Cuba celebró ayer un Primero de Mayo de nuevo multitudinario y marcado en esta ocasión por el llamamiento para apoyar la ?actualización? de su modelo económico con ?extraordinarios esfuerzos y sacrificios?.
Cuba celebró ayer un Primero de Mayo de nuevo multitudinario y marcado en esta ocasión por el llamamiento para apoyar la “actualización” de su modelo económico con “extraordinarios esfuerzos y sacrificios”.
Como en los últimos años, Raúl Castro no habló y el único discurso fue el de Salvador Valdés, secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC, sindicato único).
Cuba, sumida en una profunda crisis económica y una aguda falta de liquidez, ha llegado a este Primero de Mayo con la advertencia realizada por Raúl Castro a primeros de abril de que sobra más de un millón de funcionarios en las plantillas estatales y de que su Gobierno no puede mantener subsidios “excesivamente paternalistas”.