El Ministerio fiscal y la defensa tienen un plazo de cinco días para recurrir la sentencia
El juzgado de lo Penal número 20 de Madrid ha condenado a tres años y seis meses de cárcel al seguidor del Olympique de Marsella Santos Mirasierra por agredir a dos policías durante los altercados ocurridos el pasado 1 de octubre en el partido de Liga de Campeones en el estadio Vicente Calderón.
La juez Caridad Hernández condena a Santos Mirasierra como responsable de un delito de atentado a agentes de la autoridad con uso de instrumento peligroso en concurso ideal con un delito de lesiones y como autor de una falta de lesiones.
Sin embargo, Mirasierra es absuelto del delito de desórdenes públicos, del que también le acusaba el Ministerio Público –que pidió ocho años de cárcel–, ya que la magistrada considera que no se ha probado que el acusado tuviera voluntad de alterar la paz pública o se integrara en un grupo con tal finalidad, sino que, por el contrario, tuvo una conducta “individualista” y no lideró los altercados.
Igualmente, reconoce que no se ha acreditado que Mirasierra lanzara desde dentro de la bocana del estadio la silla que lesionó a un agente, aunque –pese a ello– explica que el acusado se encuentra entre el grupo de personas que reciben las sillas del exterior y las tiran a los policías, por lo que se le debe atribuir el resultado de esa acción como “coautor”.
En opinión de la juez, Mirasierra pudo ver cómo un grupo de personas estaba en la bocana y lanzaba sillas contra los policías y, pese a esa situación, se introdujo y permaneció en ese acceso a la grada unos cuarenta segundos, durante los cuales se lanzaron un total de diez sillas y una de ellas impactó en la frente del agente herido.
Por ese motivo, la sentencia estima que, atendiendo el principio de solidaridad, todos los miembros del grupo comparten la responsabilidad del resultado lesivo de la agresión y, por tanto, también el acusado, que ha sido por el momento el único localizado e identificado.
Como hechos probados, la resolución judicial declara que el pasado 1 de octubre minutos antes del comienzo del partido entre el Olympique de Marsella y el Atlético de Madrid, Santos Mirasierra y otros aficionados del club francés forcejearon con los funcionarios policiales para evitar que retiraran una pancarta.
Minutos después se produjo una situación de confusión y enfrentamiento entre la Policía y los aficionados, durante la que el acusado propinó un fuerte empujón a uno de los agentes haciéndole caer al suelo, sin que se haya demostrado –según la sentencia– que pretendiera, como afirma la defensa, defender a una mujer francesa. Tras estos incidentes, la Policía termina retirándose de la grada mientras algunos aficionados intentan golpear con cinturones a los agentes, que finalmente se refugian en el interior de la bocana, donde se produce el mencionado lanzamiento de sillas.
Además de la pena de cárcel, el hispanofrancés Santos Mirasierra es condenado por la falta de lesiones a una pena de multa de 45 días, con cuota diaria de cinco euros, y a pagar una indemnización de alrededor de 400 euros a los agentes lesionados.
El Ministerio fiscal y la defensa, que pedían la absolución, tienen un plazo de cinco días para recurrir, y el condenado podrá solicitar cumplir la pena de prisión en Francia.
La UEFA toma todas las precauciones de cara al partido del próximo martes
La UEFA aseguró ayer que ha tomado “todas las medidas” concernientes a la seguridad del partido de Liga de Campeones del próximo martes entre el Olympique de Marsella y el Atlético de Madrid, un encuentro que “no será como los otros” como consecuencia de la condena de tres años y medio de prisión para el aficionado del Marsella detenido en Madrid durante los incidentes del pasado 1 de octubre.
“Hemos tenido una reunión de seguridad con los policías franceses y españoles, para tomar todas las medidas, aunque confiamos en un buen desarrollo del partido”, explicó William Gaillard, director de comunicación de la UEFA y consejero del presidente Michel Platini en declaraciones a France Press.
Gaillard añadió que todo el mundo es consciente de que se trata de una situación “delicada”. “No será un partido como los otros sino más caliente y difícil, por una razón u otra. Pero la UEFA está habituada a estas circunstancias y está bajo control. Se han tomado todas las precauciones”, comentó el dirigente.