Marruecos ha salido al paso de los señalamientos de que podría estar detrás de la compra de votos por correo en Melilla de cara a las elecciones del domingo, que ha atribuido al "contexto" electoral en que se producen, al tiempo que ha recalcado la buena relación existente actualmente con España.
En rueda de prensa recogida por los medios locales, el portavoz del Gobierno, Mustafá Baitas, ha subrayado que las acusaciones contra el reino alauí se producen en un "contexto conocido" como son las elecciones en la ciudad autónoma.
Así las cosas, ha negado cualquier injerencia en asuntos internos españoles. "El Gobierno de Marruecos no puede interferir", ha sostenido Baitas, que ha aprovechado para poner en valor la buena relación actual con España e incidir en la "plena soberanía" española.
El portavoz marroquí se ha pronunciado de este modo después de que algunos partidos, como Vox o Ciudadanos, hayan señalado al reino alauí como responsable último de la trama de compra de votos por correo en la ciudad autónoma.
Desde Cs, se ha pedido expresamente que se investigue la supuesta implicación de Marruecos en esta trama, que llevó a la detención el martes de diez personas, entre ellas un consejero de Coalición por Melilla (CPM) que ya ha sido cesado de su cargo.
También en el partido que lidera Santiago Abascal han señalado a Marruecos en este asunto. El líder de Vox ha culpado este miércoles a "los lacayos de Marruecos", en referencia al Gobierno, y el "partido obediente de Marruecos", en alusión a CPM, de la compra de votos en Melilla.