El suceso tuvo lugar anoche en el centro "El Camino", ubicado al este de Tijuana -ciudad del estado de Baja California fronteriza con EEUU- tan sólo dos días después de que en Ciudad Juárez un comando armado asesinara a otras catorce personas, en su mayoría jóvenes, que asistían a una fiesta.
Los primeros informes apuntan a que los asesinos entraron en la sala de la entrada del centro ubicado en la calle Isla Tiburón de la colonia Buenos Aires sur y, tras formarlos frente a una pared, les dispararon con armas de fuego "de alto poder", según varios testigos que cita el diario El Universal.
Por su parte, el periódico Milenio informa de que fueron dos las personas que entraron en el centro alrededor de las 21.45 hora local (04.45 GMT) y, tras alinear a las víctimas, "les pidieron arrodillarse y ahí les descargaron las balas".
Según los primeros datos, y a falta de la versión oficial, el comando armado que participó en los hechos viajaba en al menos dos vehículos.
Agentes de varias corporaciones policiacas mantienen acordonada la zona e impiden el paso al lugar donde se produjo la masacre a la espera de que los peritos terminen con su trabajo y las autoridades judiciales ordenen el levantamiento de los cadáveres.
La prensa mexicana recuerda que mandos de la Policía municipal y del Ejército advirtieron el 18 de octubre sobre posibles repercusiones tras el reciente decomiso de 134 toneladas de marihuana, lo que supuso una cifra récord en la incautación de esta sustancia en México.
En ocasiones anteriores se han producido ataques similares de sicarios a centros de rehabilitación de drogadictos de México para matar a internos. El pasado 11 de junio diecinueve personas fueron asesinadas y cuatro resultaron heridas en una de estas instalaciones de Ciudad Juárez.
Este mismo mes durante su última visita a Tijuana, el presidente Felipe Calderón destacó la reducción de la criminalidad que había registrado Baja California, estado al que puso como un claro ejemplo de que el desafío de la seguridad en el país "tiene solución".
La masacre de Tijuana se produce casi 48 horas después de que el viernes otro comando armado asesinase a 14 jóvenes que asistían a una fiesta en Ciudad Juárez, la considerada urbe más violenta de México, fronteriza con El Paso (Texas, EEUU).
En aquella ocasión, once de las víctimas fallecieron en el acto y el resto durante el traslado a los hospitales y tras su internamiento. Varias personas siguen heridas de diversa consideración por este suceso.