Estos cinco países componen el Grupo de Amigos del Sáhara Occidental.
Jiménez se reunió durante 35 minutos con Clinton en el marco de la cumbre de la OTAN, un encuentro en el que, según explicó en rueda de prensa, trasladó a la secretaria de Estado la "preocupación" de España por los acontecimientos registrados en El Aaiún después de que Marruecos decidiera desmantelar el campamento saharaui instalado cerca de la capital de la antigua colonia española.
La ministra propuso dar "un mayor impulso político" al diálogo que han iniciado marroquíes y saharauis y sugirió que el Grupo de Amigos eleve el rango de sus reuniones para "acompañar" esas conversaciones y ayudar a las partes a buscar una solución.
Clinton, según explicó Jiménez, coincidió en la importancia de que no se interrumpan esas conversaciones y valoró su propuesta, pero no adelantó una respuesta.
Las reuniones del Grupo de Amigos se convocan normalmente a nivel técnico y Jiménez consideró que en este momento "es más urgente que nunca elevar el nivel político" de esos encuentros, aunque no aclaró si su propuesta concreta es la convocatoria de una reunión de ministros de los cinco países.
Quiso dejar claro además que son Marruecos y el Polisario, que se volverán a sentar a negociar el 1 de diciembre, quienes deben encontrar una solución al conflicto.
Mientras, se mostró a favor de que se capacite a la Misión de las Naciones Unidas para el Sáhara Occidental (MINURSO) para velar por la protección de los derechos humanos en el Sáhara Occidental, reivindicación que también hizo pública hoy Amnistía Internacional.
Jiménez recordó que el grupo parlamentario socialista presentó el año pasado una proposición no de ley en el Congreso de los Diputados español, apoyada por el resto de los grupos, para que la MINURSO se involucrara en la vigilancia de los derechos humanos.
Las dos responsables de Exteriores abordaron la cuestión del Sáhara al final de su reunión, ya que no había sido incluida formalmente en la agenda del encuentro, y Jiménez explicó que no hubo un intercambio de información sobre lo sucedido en El Aaiún.
De hecho, a su juicio, "todavía es difícil en estos momentos utilizar una información que consideremos fiable" para hacer un análisis final de los acontecimientos.
El Gobierno, reiteró Jiménez, desea contar con un informe "claro e independiente" y confía en poder hacer un "balance final" de lo sucedido tras analizar todos los datos que le están llegando desde ONG, asociaciones de derechos humanos y organismos internacionales como la ONU.
Los informes, añadió, tienen que ser aceptados por las partes, por lo que la obligación es recabar información de uno y otro lado.
Respecto al veto marroquí a la entrada en El Aaiún de prensa española -sólo ha autorizado la llegada de El País y El Mundo-, la ministra insistió en que el Ejecutivo está realizando gestiones desde el primer momento para evitar las restricciones a la libertad de información, incluso antes de que se desmantelara el campamento.
Tras estimar que con la autorización a los periodistas de El País y El Mundo, que podrían llegar hoy a El Aaiún, Marruecos ha hecho "una primera propuesta, ha dado un primer paso", aseguró que el Gobierno continuará trabajando para lograr la presencia de todos los medios que lo deseen.