Al menos 55 personas permanecían hasta ayer desaparecidas a consecuencia de las inundaciones, que han devastado extensas áreas del este de Australia.
Al menos 55 personas permanecían hasta ayer desaparecidas a consecuencia de las inundaciones, que han devastado extensas áreas del este de Australia y causado 27 muertos desde principios del pasado diciembre.
La mayor parte de las desapariciones se produjeron en el valle del río Lockyer que atraviesa parte de Brisbane, cuando el pasado lunes las fuertes riadas sorprendieron a los vecinos de barrios de la ciudad, la tercera mayor del país y con dos millones de habitantes.
Los soldados desplegados en el rastreo, hallaron el cadáver de un vecino del valle a unos 80 kilómetros de distancia del lugar en el fue visto con vida antes de ser arrastrado por la riada, indicaron los Servicios de Emergencia.
El jefe de la Policía Bob Atkinson, explicó a la prensa que los equipos de búsqueda habían inspeccionado ambas orillas del río a lo largo de unos de 200 kilómetros sin encontrar más cadáveres.
A las operaciones de búsqueda de desaparecidos, que se prevé continuarán durante al menos una semana, se unirán unos 1.200 militares, anunció la primera ministra de Australia, Julia Gillard, durante una visita a Goondiwindi, localidad situada a unos 350 kilómetros de Brisbane y orillas del río.
Gillard señaló que será el mayor despliegue militar en Australia desde 1974, año en el que el gobierno federal movilizó al Ejército con la misión de paliar los efectos del desastre causado por el ciclón Tracy en la ciudad de Darwin.