Unos 2.000 son refugiados procedentes de Libia, en su mayoría de origen eritreo y somalí y el resto son todos inmigrantes tunecinos ilegales.
Alrededor de 22.000 inmigrantes han desembarcado en las costas italianas procedentes del norte de África en el último mes y medio, informó hoy el ministro de Interior, Roberto Maroni.
Maroni proporcionó estas cifras en una rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros extraordinario celebrado este jueves para tratar el tema de la inmigración en el país.
De estas 22.000 personas, unas 2.000 son refugiados procedentes de Libia, en su mayoría de origen eritreo y somalí, mientras que "el resto son todos inmigrantes tunecinos ilegales", precisó el ministro.
El Gobierno italiano ha acordado un "plan de emergencia" con las distintas regiones italianas y se han determinado nuevos lugares para acoger tanto a refugiados como a inmigrantes clandestinos.
Este plan "se une a las estructuras que ya existen" y con él "se puede hacer frente a una demanda de 10.000 puestos más, con la esperanza de que no sean necesarios".
"Hemos seleccionado lugares en todas las regiones, excluida la de los Abruzos, para albergar tanto a refugiados como a clandestinos. Es una emergencia grave que requiere la solidaridad y participación de todas las regiones", incidió Maroni.
Los detalles del plan y la localización de los nuevos sitios determinados por el Gobierno serán presentados mañana a los representantes de las regiones y de las instituciones locales en una reunión en el ministerio del Interior.
El ministro de Defensa, Ignazio La Russa, dijo en declaraciones a los medios locales tras la reunión que su departamento cederá siete espacios, todos ellos en el norte del país.
"No se pueden aceptar actitudes de rechazo, es una emergencia grave que requiere la participación de todas las regiones", añadió Maroni, quien aseguró que en aquellas zonas donde se dispongan los centros de acogida temporales para los inmigrantes se garantizarán las medidas de seguridad necesarias.
Maroni subrayó que existen dos tipos de centros de acogida: unos para inmigrantes clandestinos que son acogidos a la espera de ser repatriados, y otros para los refugiados.
Para hacer frente a la emergencia, Maroni insistió en la necesidad de que Túnez lleve a cabo un control efectivo de las salidas de embarcaciones desde sus costas y apostó por la repatriación de los inmigrantes ilegales que se encuentran en Italia.
"El problema se resolverá solo si Túnez bloquea sus costas y repatría a los inmigrantes que han salido del país", dijo.
En la línea de lo expresado también hoy por el primer ministro, Silvio Berlusconi, Maroni dijo que las autoridades tunecinas no están respetando los acuerdos para frenar la salida de inmigrantes y que "no existe disponibilidad para aceptar la repatriación de los 19.000 tunecinos que ya han sido identificados".
Maroni dijo que ha solicitado a Berlusconi que se ponga en contacto con las autoridades tunecinas para desbloquear la situación incluso, "si fuera necesario", desplazándose a Túnez.