El Gobierno de Japón ha elevado de cinco a siete la intensidad del accidente nuclear en la central de Fukushima-1
El Gobierno de Japón ha elevado de cinco a siete la intensidad del accidente nuclear en la central de Fukushima-1, con lo que queda equiparado al de la planta ucraniana de Chernobil, ocurrido en 1986, según informa la agencia de noticias Kiodo.
No obstante, la Agencia de Seguridad Nuclear ha matizado que ambos accidentes son distintos, ya que en Fukushima-1 no se ha producido una fuga masiva de radiación. Así, ha aclarado que las emisiones de la central japonesa apenas representan un 10 por ciento de las producidas en la ucraniana.
Por su parte, la Compañía Eléctrica de Tokio (TEPCO), encargada de la gestión de la planta nipona, ha advertido de que la radiación emanada de sus instalaciones podría llegar a superar a la detectada en Chernobil, aunque todavía no ha sucedido.
Horas antes, fuentes gubernamentales citadas por Kiodo habían adelantado que el nivel podría subir dos puestos en la escala internacional de accidentes nucleares (INES). Esta posibilidad comenzó a barajarse después de que la Comisión de Seguridad Nuclear de Japón desvelara que la planta ha liberado hasta 10.000 terabecquerelios de radiación por hora en algunas zonas.
La exposición externa a la radiación procedente de las instalaciones nucleares ha alcanzado el límite de un milisievert en áreas situadas a más de 60 kilómetros al noroeste y a unos 40 kilómetros en dirección sur-suroeste. En este perímetro se encuentran las ciudades de Fukushima, Date, Soma, Minamisoma e Iwaki, además de algunas zonas de la localidad de Hirono.
En los 20 kilómetros comprendidos en el radio de evacuación obligatoria establecido por las autoridades japonesas, la cantidad de radiación varía de uno a 100 milisieverts por hora, mientras que en la zona comprendida entre los 20 y los 30 kilómetros, la cantidad se reduce a niveles inferiores a 50 milisieverts.
De acuerdo con el INES, el nivel siete corresponde a la emisión al exterior de materiales radiactivos que igualen o superen los 10.000 terabecquerelios de yodo radiactivo 131, como ha ocurrido en Fukushima-1 desde el terremoto y el tsunami que el pasado 11 de marzo azotaron la costa noreste del país.
Hasta ahora, el accidente en la central japonesa estaba catalogado como de nivel cinco, el mismo que se atribuyó al de la planta estadounidense de Three Mile Island, ocurrido en 1979. El nivel siete sólo había sido decretado para el desastre de Chernobil