La operadora, Tokyo Electric Power (TEPCO), planea abrir las puertas a las 8.00 hora local del domingo (11.00 GMT), informa la agencia Kyodo. Aproximadamente a las 4.00 hora local del lunes (19.00 GMT) tiene previsto la empresa dejar entrar a su personal al recinto para que mida los niveles de radiación.
El organismo gubernamental confirmó que la emisión procedente de la apertura de las puertas del reactor 1 no supondrá un gran impacto para las zonas circundantes. TEPCO ya comunicó a la agencia que, en el peor de los casos, la radiación que el edificio libere en las instalaciones estará muy debajo de 1 milisievert, el nivel al que una persona se expone durante un año.
Tras comprobar que los niveles de radiación no conllevan peligro, los técnicos planean comenzar a restablecer la refrigeración del reactor que más daños sufrió tras el terremoto y el devastador tsunami del 11 de marzo.
Para ello, revisarán dentro del edificio las conducciones de agua e instalarán un dispositivo que registra el nivel del agua en la válvula de contención primaria, informa la cadena NHK.
Para enfriar el reactor, TEPCO prevé llenar en los próximos 20 días la válvula de contención, que a su vez recubre la válvula de presión que aloja las barras de combustible, con 7.400 toneladas de agua. Según la eléctrica, ese es el volumen necesario para que el agua quede por encima del nivel donde se encuentran encapsuladas las barras de combustible.
La empresa operadora de la central, 250 kilómetros al norte de Tokio, estima que la estructura del reactor 1 puede soportar réplicas del terremoto de 9 grados del 11 de marzo con esa cantidad de agua en su interior.
Será la segunda vez que un equipo entra en el recinto desde la explosión de hidrógeno que afectó a la estructura el día después del terremoto y el devastador tsunami.
La primera fue el pasado jueves, cuando 12 técnicos instalaron un depurador de aire que redujo los niveles de radiación en el aire y que permitirá abrir hoy las puertas del reactor 1. La eléctrica quiere restablecer los sistemas de refrigeración de la central este verano y llevarla a un estado de "parada fría" en un plazo de tres a seis meses.