El procesado ya había sido condenado a prisión en 2006 por dos delitos de violencia machista sobre la misma mujer
La fiscalía y la acusación particular han rebajado de 5 años a 3 y medio su petición de cárcel para un presunto maltratador reincidente porque los tres dientes incisivos que le rompió a su pareja de un puñetazo delante del hijo común no eran piezas originales, sino una prótesis dental.
El juicio se ha desarrollado hoy en la sección primera de la Audiencia Provincial de Alicante y aunque el procesado, Luis S.Q., se ha negado a declarar, la sala ha constatado que en la fase de instrucción reconoció que golpeó con el "revés de la mano" a la víctima.
Frente a la solicitud de absolución de la defensa, el fiscal y la acusación particular pedían en un principio 5 años de cárcel para este hombre por el artículo 150 del Código Penal, que castiga al que cause a otro la pérdida o inutilidad de un órgano o miembro no principal o la deformidad.
Sin embargo, al acreditarse durante la vista oral por el testimonio del médico forense que los tres dientes rotos de la mujer eran protésicos, las acusaciones han rebajado la calificación al artículo 148.4 porque, aunque la lesión existe, había un perjuicio estético anterior, en este caso la sustitución de la pieza dental original por otra artificial (la prótesis luego rota).
Los hechos ocurrieron entre las 21 y 21.30 horas del 2 de agosto de 2009 en el domicilio que compartían con el hijo común, de 6 años, en Torrevieja.
El procesado ya había sido condenado a prisión en 2006 por dos delitos de violencia machista sobre la misma mujer, a pesar de lo cual ésta había consentido posteriormente volver a la convivencia debido al hijo que comparten.
A la citada hora, la mujer regresó del parque con el hijo y le esperaba en el domicilio el acusado, a quien la víctima considera "muy celoso" y "agresivo", con el teléfono móvil de la víctima en la mano.
Ante el menor, él le recriminó que hubiera varias llamadas de un supuesto amigo y le propinó el puñetazo en la boca, "bastante fuerte" en palabras del médico forense, para a continuación agarrarla por el pelo y arrastrarla hasta el salón.
Según el relato de la víctima, el niño le ayudó a escapar de la vivienda y se presentó en el cuartel de la Guardia Civil sin los dientes y con un mechón de su cabello arrancado en la mano para documentar la denuncia.
En su alegato, el fiscal ha opinado que el rechazo del procesado a declarar en el juicio por unos hechos de esta gravedad debería ser apreciado como inculpatorio.
Por su parte, la defensa ha pedido que se invalide la declaración del procesado durante la instrucción por no haberse producido con su actual abogado, y ha añadido que la acción del hombre únicamente conllevará un tratamiento odontológico, por lo que pide la libertad.