Agentes del Cuerpo Nacional de Policía, adscritos al Grupo de Estupefacientes de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Jaén, han detenido al matrimonio formado por A.M.M. y D.M.E., de 22 y 33 años de edad respectivamente, como presuntos autores de un delito contra la salud pública.

Así, el Grupo de Estupefacientes había iniciado en el mes de diciembre una investigación tendente a la identificación de un punto negro de venta y consumo de droga en nuestra ciudad. En concreto, se había detectado en las calles periféricas del domicilio de los detenidos la presencia de toxicómanos, generando inseguridad ciudadana y alarma social al consumir en la vía pública las catalogadas como "drogas duras" y el abandono de instrumentos utilizados para el consumo de éstas en propiedades privadas y espacios públicos.

Además, se había detectado el incremento de "numerosas trifulcas" derivadas de las situaciones de estrés a la que se ven sometidos los consumidores cuando se hallan en la necesidad de obtener y consumir droga a cualquier coste.

De esta forma, una vez localizado el punto de venta, los investigadores establecieron un amplio dispositivo que se vio dificultado por las amplias medidas de seguridad que adoptaban los compradores y las cuidadosas cautelas adoptadas por los detenidos, los cuales controlaban a las personas y vehículos de los alrededores con el fin de detectar la presencia policial.

Durante el transcurso de estas labores investigativas, se procedió a la aprehensión a los toxicómanos de sustancias estupefacientes, consistentes en una mezcla altamente peligrosa para la salud a base de cocaína y heroína. Se ponía así de manifiesto que los detenidos incitaban a los consumidores al consumo de droga en el interior del domicilio donde residía el matrimonio junto al hijo menor de ambos.

Asimismo, la Policía ha destacado que en el registro domiciliario se intervinieron dos balanzas de precisión para dosificar droga, diferentes papelinas de cocaína, utensilios para preparación y corte de la mencionada sustancia y más de tres mil ochocientos euros en efectivo.

Por último, cuando se procedió al registro, los funcionarios policiales observaron que el cuadro eléctrico había sido manipulado y conectado directamente a la red de suministro general sin pasar por el contador de la vivienda, por lo que se les imputó la presunta comisión de un delito de defraudación de fluido eléctrico.