El consejero de Interior catalán, Felip Puig, confía en que los cuatro incendios que azotan el Pirineo de Lleida desde el jueves, dos de ellos todavía descontrolados, queden apagados entre este viernes y el sábado.

En declaraciones desde el centro de mando, ha detallado que las llamas han arrasado casi 800 hectáreas: 400 en el incendio de Gerri de la Sal; 246 en Viu de Llevata, 114 en el de Valls de Valira y unas 10 en el de Coll de Nargó, según los últimos cálculos de los Agentes Rurales.

Después de que el incendio de Coll de Nargó fuera el primer en controlarse este jueves, los Bomberos de la Generalitat ya avanzan que el de Viu de Llevata está también en fase de control.

Los incendios han provocado que 50 personas hayan tenido que ser desalojadas, y 12 más han sido atendidas por el Sistema de Emergencias Médicas (SEM) por afectaciones leves, entre las cuales un bombero que fue trasladado al hospital de Tremp y ya ha sido dado de alta.

Puig ha explicado que a última hora de este jueves los bomberos dieron por controlado el incendio de Coll de Nargó: "Nos quedan los otros tres incendios que afectan unas 800 hectáreas. Siguen vivos y requiriendo una actuación intensa del cuerpo de bomberos, de las asociaciones de defensa forestal, voluntarios y agentes rurales".

También ha augurado que el incendio de Calbinyà puede quedar controlado este viernes si las condiciones meteorológicas se mantienen, aunque ha precisado que hay riesgo de que el viento se levante de nuevo.

Además, ha detallado que en el incendio de les Valls de Valira han colaborado los bomberos de Andorra, y ha insistido en que el de más afectación es el de Gerri de la Sal, en el Baix Pallars, que suma la mitad de las hectáreas quemadas.

En Peramea, un núcleo cercano, donde el fuego arrasó dos granjas, los vecinos fueron desalojados el jueves, pero finalmente han podido pasar la noche en su casa.

Los que aún no han podido regresar son los doce vecinos de las poblaciones de Enseu, Bresca y Baén.

LAS CAUSAS: HIPÓTESIS

El consejero ha afirmado que los fuegos se puede haber iniciado por la caída de alguna línea de suministro eléctrico, aunque no ha descartado que en algún caso la causa esté en una quema controlada y autorizada de hace unos días.

"Hablamos de hipótesis. Concentramos todos nuestros esfuerzos en apagar el fuego", ha destacado, tras mostrar también su preocupación por el incendio de la Ribagorza aragonesa sobre el que, a su juicio, hay un cierto descontrol.

"Todo este frente pirenaico está en una situación de riesgo", ha advertido Puig, quien ha concretado que en las tareas de extinción de los incendios del Pirineo de Lleida participan entre los medios aéreos cuatro hidroaviones, dos helicópteros de Andorra, cinco más bombarderos y un helicóptero de Madrid.