La cadena de distribución mayorista Makro tiene previsto abrir, antes de que finalice 2012, tres nuevos centros en Alcalá de Guadaíra (Sevilla), Madrid y Elche (Alicante), lo que se traducirá en 984 puestos de trabajo tanto directos como indirectos, de los cuales casi 380 estarán relacionados con el centro sevillano.

En Alcalá de Guadaíra creará 176 empleos directos y 200 indirectos, tendrá una superficie construida de 10.380 metros cuadrados, de los cuales, 7.700 se dedicarán a la sala de ventas (4.800 para alimentación y 2.900 para el resto de productos).

En estas semanas, la compañía ultima los procedimientos administrativos con los tres ayuntamientos con futuras aperturas para obtener las licencias de obra y apertura. La duración media de una obra de estas características se estima en torno a seis u ocho meses, dependiendo de las condiciones geotécnicas, del movimiento de tierras, la climatología y el tamaño del centro.

Los tres centros comenzarán a funcionar con el nuevo modelo de negocio, implantado en el centro de Bilbao en 2010 y que la compañía ya ha empezado a desarrollar en los 34 centros que tiene repartidos en España. Está basado en el trato personalizado a sus clientes para lograr una compra organizada, inteligente y más efectiva.

El director general de Makro, José María Cervera, ha apuntado que para la empresa es "una prioridad rentabilizar el tiempo, el dinero y el trabajo de sus clientes" y considera que con este modelo eso "es posible". "La creación de cerca de un millar de empleos en España es una buena noticia en tiempos difíciles y deja un sitio a la esperanza de muchos trabajadores y sus familias", ha afirmado Cervera.

La compañía tiene más de 900.000 clientes en España y una facturación de 1.289 millones en 2011. El nuevo centro andaluz será el el segundo que se abre cerca de la capital andaluza y el sexto en esta comunidad, junto con los de Córdoba, Granada, Málaga, Sevilla y el Puerto de Santa María

Otra de las apuestas del nuevo modelo es 'Delivery', un servicio de reparto directo hasta la puerta del negocio del cliente de hostelería. En este caso, un gestor de clientes atiende personalmente sus necesidades, le asesora sobre la mejor solución y solicita el pedido a la compañía, encargándose de que lo reciba de manera eficaz en 24 horas.