Como ya publicó Viva el pasado 23 de enero, Rumbo 5.0 presentó en noviembre del pasado año a la Junta la autorización para que estos residuos sean catalogados como “recursos de la sección B”, lo que le permitiría tratarlos para su reciclaje y crear, dependiendo el volumen que se pudiera aprovechar, entre 350 y 700 empleos directos. El proyecto sería compatible con la actividad minera tradicional y en conjunto la creación de empleo podría alcanzar los 2.000 puestos de trabajo.
Tras conocer por la prensa la intención de Emed de incuir en su proyecto el aprovechamiento de los estériles de planta almacenados en las presas, Rumbo ha emitido un comunicado en el que califica de “falsedad” sus afirmaciones, ya que “dicho proyecto de aprovechamiento ya ha sido solicitado ante la Delegacion Provincial de Huelva de la Consejería de Economía Innovación y Ciencia por Rumbo 5-cero S.L. en su calidad de propietario de los terrenos sobre los que se encuentran”.
Rumbo afirma que tras presentar la documentación, la Delegación “ya ha contestado solicitando información adicional que nuestros técnicos están preparando y será aportada en pocos días”.
Rumbo asegura que Emed conocía este extremo tras una reunión entre ambas empresas y apunta que la solicitud “cierra la posibilidad” de que pueda iniciar otro proceso similar en las presas. “Una vez más se olvida de que los temas mineros en este país están reglados y siguen un procedimiento que no consiste precisamente en sacar notas de prensa sino en cumplir con la tramitación administrativa que cada caso exige”, afirma.
Tras criticar que Emed sólo invierta en comunicación y sueldos para sus directivos, Rumbo apunta que han vertido afirmaciones que son “rigurosamente falsas”, entre ellas las referidas a que Rumbo les ha pedido “60 millones de euros por unos terrenos que le han costado 2,8 millones, cuando ni una cosa ni otra son ciertas”, informaciones que contrapone al abandono que presenta la planta de Riotinto o la irremediable pérdida de Corta Atalaya por la inacción de Emed.