—¿Cómo se ha encontrado la institución de Zona Franca y qué gestiones tendrán prioridad en estos primeros meses al cargo dela misma?
—Es una institución que tiene mucha solidez en la provincia, y diría también que en la ciudad de Cádiz. De ahí la vinculación, casi dependencia, del Ayuntamiento y el Consorcio, y el Consorcio y el Ayuntamiento. Es casi una simbiosis. Por lo tanto, la veo bien de salud, aunque está aquejada de males pequeños. Estos males son los mismos que tiene cualquier institución en estos momentos como son las restricciones que consagran unas situaciones complicadas, no con mayúsculas, pero sí difíciles desde la perspectiva del acceso al crédito y naturalmente la capacidad financiera vinculada a la gestión de una institución que tiene una clara vocación inversora. Consiguientemente, estamos en un momento complicado, pero a la vez confío mucho en este Consorcio, puesto que me he encontrado con una institución con una gran capacidad de gestión y por lo tanto, estaremos en disposición de realizar un buen trabajo para fundamentalmente dos ámbitos. El primero, estar cerca de los ayuntamientos, muy especialmente del de Cádiz; y un segundo ámbito, no menos importante, yo diría que esencial, como es ser un vehículo dinamizador de la actividad económica y el apoyo a los emprendedores. Ahora más que nunca, hay una obsesión que determina la actuación del Partido Popular que es la obsesión por el empleo. Pero para generar empleo, hacen falta empresas, y para ello hacen falta empresarios. Es un círculo vicioso, por lo tanto, nuestra actividad está enfocada a la captación de empresarios que tengan algo que aportar, porque constituye el centro neurálgico como es la creación de empleo y la creación de empleo.
—¿Cómo se captarían a estos empresarios y nuevos emprendedores?
—Pues con mucha imaginación y usando a esta institución como un soporte esencial en varios aspectos. Uno, el aspecto financiero, y otro el aspecto de gestión. Como ya he dicho, esta institución tiene una gran capacidad de gestión, pero también es indudable que estamos en un momento en el que hay dificultades económicas, aunque Zona Franca cuenta con una buena salud económica que nos permite acceder al mercado financiero de carácter privado por un lado, y por otro lado, al mercado financiero regulado por fondos públicos, fundamentalmente por fondos europeos. Por lo tanto, la respuesta es inmediata. Ayudarle en la creación de empresas, ayudarles en la actividad económica, y por supuesto, ayudarle en el tránsito hasta un ejercicio pleno de esta actividad sin que tengan problemas financieros porque para eso estamos nosotros aquí.
—La prioridad en una provincia como Cádiz es el empleo, ¿no?
—Sin duda. Creo que Cádiz es la mejor provincia de España. Creo que la renta de situación de la provincia de Cádiz la convierte en una provincia privilegiada. Además, los gaditanos somos unos magníficos trabajadores y emprendedores, y eso lo llevamos impregnado en nuestra propia cultura. Lo que hace falta es que las instituciones se pongan al servicio de esas posibilidades, de esas potencialidades. Lo resumo de forma muy clara. Me da coraje cuando se habla de las potencialidades de nuestra provincia, sobre todo de la renta de situación como es ser enlace entre dos grandes mares, entre dos grandes continentes, la puerta del sur de Europa… ya es momento de dejar de hablar de estas potencialidades y hablemos de realidades porque hasta el momento eso no ha funcionado. Por lo tanto, creo que desde la modestia de mi cargo, quiero ser una parte importante para dejar a un lado esa concepción. Dejar de hablar de potencialidades y hablar de realidades.
—En sus primeros discursos una vez que accedió a este cargo, habló usted de innovación… ¿es necesaria?
—Sin lugar a dudas. No se trata de crear una empresa. Se trata de crear una empresa y que ésta sea competitiva. Hoy en día el elemento asociado a la competitividad es la innovación. Si no se es una empresa competitiva, no se es porque no hace I+D+i, fundamentalmente la ‘i’ minúscula porque a través de la innovación se suma valor añadido a tu propia actividad. Y que ese valor añadido se queda en esta tierra. Siempre pongo el ejemplo del aceite de oliva de Jaén, que es el mejor aceite del mundo, pero somos incapaces de darle valor añadido y al final las grandes comercializadoras pues resulta que son empresas italianas. De eso se trata, que sepamos darle valor añadido a nuestros productos para que esa riqueza se quede en nuestra tierra. Eso es esencial y esto viene a colación para hablarle de casos concretos….
—¿Como cuáles?
—Empresas que están en Cádiz, concretamente la harinera instalada en el recinto interior de Zona Franca, Vilafranquina, que es una empresa modelo porque ha sabido tomar una cuota de mercado importante, a partir de la cual está innovando y entrando en otras cuotas de negocio. Y aquí funciona de forma formidable. Ahí están las instalaciones de más de 23.000 metros cuadrados que está a punto de poner junto al Río San Pedro, donde la empresa ya transita para producir pasta para el mercado internacional. Otro ejemplo, dentro del recinto de Zona Franca, es Procosur, que ha transitado desde unas naves antiguas, con procesos de elaboración también antiguos, a unos conceptos modernos en la comercialización y en el tratamiento de sus productos. Hoy en día está exportando gracias a haber innovado sus propios mecanismos de producción y de su actividad comercial. Por lo tanto, se sabe lo que hay que hacer, el problema está en que hablamos de dos ejemplos y la provincia de Cádiz no se puede caracterizar por dos ejemplos, sino debe ser una norma general. Hacen falta muchos empresarios imaginativos y que sepan ser competitivos a través de la innovación.
—¿En qué situación se encuentra la reordenación del recinto exterior de Zona Franca en Cádiz?
—Precisamente, casualidades de la vida, esta tarde (por el pasado miércoles), vamos a tener la primera reunión de esa comisión mixta entre Ayuntamiento y Zona Franca para empezar a trabajar ya en serio, una vez que el planteamiento urbanístico se ha perfeccionado, una vez que dentro del consorcio hay una estabilidad, vamos a empezar a poner en marcha lo que sin duda va a requerir de una ingente gestión por parte del Ayuntamiento y de nosotros, dentro de nuestras posibilidades. Aquí hay labor para muchos años porque hablamos de transformar la fisonomía de esta parte de Cádiz para convertirla en la fisonomía de una gran ciudad, pujante como sin duda es Cádiz. Hablamos de 600.000 metros cuadrados de carácter urbano y hoy comenzamos a poner los cimientos de esta transformación, ayudando sin condiciones al Ayuntamiento de Cádiz.
—¿El nuevo PGOU da respuesta a las demandas de Zona Franca?
—El acuerdo es totalmente satisfactorio. Le diría más, creo que se da una conjunción entre las dos instituciones al cien por cien, hasta con cierta dependencia personal hacia la alcaldesa. Yo he tenido mucho trato con la alcaldesa de Cádiz que a la vez es la presidenta del Consorcio de Zona Franca, y por eso cuando hablo de dependencia, lo digo en sentido admirativo, porque todos sabemos lo que es y lo que representa Teófila Martínez. He tenido la suerte de trabajar junto a Martínez en el ámbito de la política autonómica y provincia, y por eso hablo de dependencia en el sentido positivo de la palabra. Por lo tanto, qué mejor ‘jefa’ que Teófila Martínez.
—¿Hay algún proyecto destinado al suelo que ocupaba Altadis?
—Me imagino que habrá primero que definir qué será de Altadis y luego plantear una solución. De todas formas somos parte de Altadis, contamos con algunas naves y entran dentro del desarrollo de ese gran Cádiz que a partir de la zona exterior de Zona Franca hay que poner en marcha. Si me realiza esta pregunta dentro de un año podré contestarle con más concreción.
—Y qué novedades hay alrededor del aerogenerador que se iba a ubicar en la Punta de San Felipe…
—Es un tema que me gusta, yo he sido portavoz de mi Grupo Parlamentario en materia energética y soy un convencido de las energías renovables. El problema no es una cuestión sobre si se pone o no, porque a mí las energías renovables me gustan, son más limpias, producen menos emisiones de CO2 a la atmósfera, y por lo tanto tenemos la suerte en Andalucía en general que tenemos muy poca dependencia de las energías fósiles ya que contamos con el sol y el aire. Tenemos las condiciones ideales, aunque no es menos cierto que las energías renovables, hasta que no evolucionen gracias precisamente al I+D+i, pues no serán rentables. Como regla general las renovables suponen un coste general 2,5 veces superior a las tradicionales. Esto condiciona mucho el recibo de la luz y a la propia competitividad de las propias industrias. Hay que seguir investigando en este tema, pero cuando hablamos sobre la cuestión que me plantea, yo lo llamo monumento. Y cuando hablamos del monumento no hablamos de las energías, hablamos de un símbolo. Y se lo digo con toda sinceridad, no me caracterizo porque no me gusten los monumentos, pero hay que discernir las prioridades. Creo que la prioridad económica ahora mismo no abunda en la línea de realizar símbolos majestuosos de una potencia que no se tiene, sino hace falta que los pocos recursos con los que contamos se apliquen bien a lo que más falta haga. Y ahora hace falta no es el monumento al viento a través de ese macro-aerogenerador, sino atender a la creación de empleo. Mis esfuerzos se destinarán a lo prioritario, y cuando llegue el momento nos ocuparemos de lo secundario.
—¿Cómo puede Zona Franca ayudar a desarrollar el proyecto de Las Aletas?
—Nosotros estamos a disposición de todos los procesos dirigidos a dinamizar la economía. He dicho ya en esta entrevista que el Consorcio tiene una gran capacidad de gestión. Por lo tanto, nosotros estamos para lo que quieran las administraciones competentes en el tema de Las Aletas. Si quieren servirse de nuestra capacidad de gestión y de nuestra experiencia en el desarrollo de suelo industrial, estaríamos encantados. Que no lo quieren, pues lo respetamos. Y si quieren nuestra opinión, encantados la damos. Siempre que se plantea un macroproyecto como el de Las Aletas, muchas veces se quedan en nada y se difuminan porque aparecen los problemas. Mientras más grande sea el proyecto, más problemas hay ligados al mismo. Yo haría lo que me dicta el sentido común y la sensatez. Mi opinión es que debemos olvidarnos de la zona que tiene problemas, y dedicarnos a la que no lo tiene. Eso es lo que me dice el sentido común. Hablamos de cinco o seis millones de metros cuadrados, y tres o cuatro están afectados por problemas, para no paralizar todo, actuemos sobre el suelo que no tiene problemas. Y digo, la colaboración de este consorcio es la que quieran las administraciones competentes.
—¿Hay alguna idea sobre qué hacer con los terrenos del polígono de tiro naval de San Fernando?
—Precisamente hay varios proyectos porque el presidente de mi partido y a su vez alcalde de San Fernando, José Loaiza, sé que está trabajando intensamente con Defensa para alcanzar acuerdos sobre distintos temas de servidumbre que condicionan el progreso y desarrollo de la propia ciudad. Pero usted me va a permitir que sea respetuoso y cauteloso, y sobre todo que observe de una forma clara el principio de no injerencia. Creo que el que tiene que opinar y tiene los fundamentos sobre ese tema es su alcalde y a partir de ahí, aquí está el consorcio a su disposición.
—¿Qué novedades hay alrededor del suministro eléctrico del Polígono Industrial de El Olivar en Barbate?
—Pues mire usted, hay cosas que me he encontrado que pondero positivamente y que me gustan, y hay algunas que me gustan menos. Este tema me gusta menos y todavía hay otra que me gusta menos que la de Barbate, que se residencia en Benaocaz. Creo que hay cosas que alguna vez no se han hecho bien, y hay que asumirlo y corregirla. Hay un problema importante con el suministro eléctrico en ese polígono en Barbate. Había también un problema con la asignación de los suelos, que parece ser que se está resolviendo, pero sigue existiendo un problema realmente incomprensible desde el punto de vista de quién hace un polígono industrial. ¿Cómo se puede construir un polígono industrial sin tener la garantía del abastecimiento eléctrico? Yo no soy el que tiene que dar explicaciones, qué las dé el que tenga que darlas. Yo me encontrado con ese problema y lo primero que he hecho es convocar a los técnicos de esta institución para conocer el problema. Ahora voy a atajarlo donde se tiene que atajar, hablando con Endesa para llegar a un acuerdo, aunque es difícil explicar que alguien fabrique coche y no tenga ruedas. Me preocupa y vamos a reunirnos con Endesa…
—¿Qué ocurre con el Polígono de Benaocaz?
—Me he encontrado con un polígono paralizado desde hace dos años y en el que el consorcio ha puesto un dinero importante. Un dinero que tenía que servir para llenar de contenido comercial a Benaocaz, a Ubrique, que está muy cerca de él. Pero paradójicamente tenemos un problema de estabilidad del suelo que ha ocasionado deslizamientos. Me he reunido con los alcaldes de esos dos municipios y la próxima semana hay convocada una reunión en la que también están citados los responsables de la Diputación Provincial porque hay que viabilizar la propuesta de liderar la actuación urbanística, para llegar a la mejor solución con el menor coste que nos permita tener un polígono en la Sierra para darle estructura terciaria.
—Su antecesor en el cargo firmó un convenio con el Ayuntamiento de Algeciras para la construcción de un edificio… ¿qué se pretende con esta gestión?
—Efectivamente. El proyecto está muy avanzado. Hablamos de un centro de empresas, que además es una experiencia positiva que tiene este consorcio en Cádiz, Algeciras, El Puerto. Este segundo de Algeciras será un edificio importante, con siete mil metros cuadrados, singular anexo a la Cámara de Comercio. El objetivo es dar solución a la implantación de profesionales, pequeños empresarios, que no tienen capacidad para contar con sus propias oficinal, y lo que hacen es que alquilan, o compran (no en este caso), pequeños módulos de oficina dotadas con las últimas tecnologías. Además pueden rentabilizar puesto a fin de reducir gastos. Por ejemplo, la centralita telefónica puede ser una sola persona para todos los despachos, y las salas de reuniones y de junta pueden ser comunes. Esto garantiza el carácter blando, barato, del alquiler, porque Zona Franca no busca beneficios, y por otro lado, la concepción global de los servicios. ¿Y por qué Algeciras? Porque el primer edificio que hay en La Menacha cuenta ya con una ocupación del 85 por ciento.