Tras tres infructuosos intentos de rescate del buque, dos de los cuales acabaron con los cabos de amarre de los remolcadores partidos, se ha llegado a la conclusión de que no será posible remolcar el Mareverma en su posición actual.
Por ello, se está planteando en la actualidad la posibilidad de enviar a la playa un buque especializado en extracción de arena, con el objetivo de deshacer la cama que el pesquero reconvertido se ha hecho tras más de trece días encallado en la orilla del Rinconcillo.
Ian Wilmot, propietario del buque, continúa residiendo a bordo y ha aprovechado las páginas de El Faro para agradecer a las autoridades portuarias el trato que están teniendo con él y las facilidades puestas a su disposición.
“Han sido muy amables en el puerto conmigo y me están ayudando mucho”, declaraba Wilmot en la jornada de ayer.
Rescates
El último intento de rescate se organizó esta semana, concretamente el martes pasado el medio día, cuando el nivel del mar se encontraba en su cota más alta. Una lancha de los prácticos del puerto y dos remolcadores participaron en la complicada operación, que concluyó bruscamente pasadas las 3.00 horas de la tarde cuando el cabo de amarre entre el Mareverma y los dos remolcadores que ejercieron la fuerza de tirada juntos, se partió en dos mitades. Previamente, uno de los remolcadores había cambiado la dirección del remolque para intentar sacar al buque del lecho de arena que lo atrapa a la orilla.