Por su parte, fuentes de la compañía indicaron a Europa Press que, a pesar de este anuncio, Repsol mantiene las conversaciones con las autoridades del país. “Seguimos negociando con ellos”, aseguraron.
El Ejecutivo de Rafael Correa lleva meses negociando con las petroleras extranjeras nuevos acuerdos temporales con vigencia de un año mientras se pacta la migración hacia contratos de servicio, frente a los actuales de participación. No obstante, “el Estado ecuatoriano ha decidido tomar la decisión de terminar la relación laboral con Repsol (...), y es una terminación anticipada”, afirmó el ministro. “Lastimosamente, con Repsol no hemos podido llegar a un acuerdo” porque “ellos han cambiado constantemente de criterios, lo que no nos ha permitido llegar a una negociación”, agregó.
En una entrevista concedida en junio a una radio local, el propio Correa mostró su deseo de que en un mes se pudieran firmar los nuevos contratos para, transcurrido un año, poner en marcha la modalidad de prestación de servicios.