En una multitudinario mitin en la ciudad de Kermansah, el líder iraní subrayó que “Irán observa con la necesaria paciencia y precisión al Gobierno de EEUU”.
“Y Teherán responderá de una manera positiva si percibe cualquier cambio real y fundamental en la política estadounidense”, insistió Ahmadineyad durante su discurso, reproducido por la televisión y la agencia oficial de noticias Irna.
En este sentido, el líder conservador iraní advirtió a la Casa Blanca que si se descubre que el cambio no es más que un retoque cosmético de las tácticas, entonces no solo Irán si no “todas las naciones del mundo tendrán una fuerte reacción”.
“Si sólo cambia el discurso, recibirán de Irán la misma respuesta que recibieron Bush y sus lacayos”, resaltó.
“Si queréis cambios, debéis demostrar que el Gobierno de Estados Unidos no interfiere en los asuntos de otros pueblos, como hacía Bush, que le decía a Sudán porqué has hecho esto o Irán porqué quieres esta tecnología”.
Por ello, volvió a pedir a Obama que trate de variar la perspectiva con que Estados Unidos atiende los problemas mundiales e introduzca “un cambio en las tácticas”.
Si la voluntad de giro es sincera, “aquellos que desean el cambio deberán disculparse ante la nación iraní y corregir el negro pasado y los crímenes cometidos contra la nación iraní”, precisó Ahmadineyad, quien sugirió a Obama que permita “otra investigación” sobre los autores y las razones de los atentados del 11-S.
Irán y Estados Unidos rompieron sus lazos en 1980 tras el asalto a la embajada norteamericana en Teherán y el triunfo de la revolución islámica que derrocó el régimen del último Sha de Persia, Mohamad Reza Pahlevi.
Sin embargo, las raíces del conflicto entre ambos países se hunden en 1953, año en el que un golpe de Estado urdido y ejecutado por la CIA –e instigado desde Londres– acabó con el Gobierno del nacionalista primer ministro Mohamad Mossadegh y devolvió el poder absoluto al Sha.
Estados Unidos, junto a Israel y la Unión Europea, acusan a Irán de ocultar un programa nuclear secreto paralelo cuyo objetivo sería la adquisición de un arsenal de armas atómicas.