La Policía Nacional ha intervenido más de 11 toneladas de hachís que se distribuía oculto en depósitos de gasolina y ha desarticulado una organización que controlaba toda la cadena del tráfico desde la producción, al empaquetado, el transporte a España, el almacenamiento y la redistribución por toda Europa, principalmente a Francia, Bélgica, Inglaterra y Holanda.
Según ha informado el Ministerio del Interior en un comunicado, los agentes han ido arrestando a miembros de la red e incautándose de droga en distintas fases hasta llegar a los almacenes centrales de la organización en la provincia de Toledo donde se han incautado 8.500 kilos de hachís.
Asimismo, en los 17 registros efectuados se han intervenido 150.000 euros en metálico; 14 vehículos, entre ellos dos camiones valorados en unos 400.000 euros, y 109 teléfonos móviles.