El reelegido secretario general de UGT, Cándido Méndez, ha advertido al Gobierno de que contará con el apoyo de su sindicato cuando "se plante" ante las instituciones europeas, cuyas políticas son seguidas desde España como si tuviera enchufado el "piloto automático".

   Méndez, en su discurso de proclamación y clausura del 41º Congreso Confederal, ha afirmado que España "está atrapada" entre la "dureza y arrogancia" de Berlín, "el cinismo y la contumacia" de Bruselas y la "impotencia y resignación" de Madrid, y ha pedido al Ejecutivo de Mariano Rajoy que cambie sus políticas.

   "Están gobernando al albur de Bruselas y Berlín", ha insistido Méndez, que ha alertado de que las políticas de austeridad europeas lo único que están provocando es un "tsunami social y laboral". En este sentido, ha avisado al Gobierno de que si no modifica la orientación de sus políticas y las sustituye por solidaridad y estímulos económicos "se encontrará" con los sindicatos en frente.

   "Nos han enterrado vivos, boca abajo y encima nos piden que escarbemos y cuanto más escarbamos, más nos enterramos", ha criticado el dirigente sindical, que ha insistido en que 'la triple A' (austeridad, austeridad y austeridad) defendida por las autoridades europeas puede provocar un frenazo de la economía mundial.

ADVERTENCIA AL GOBIERNO SOBRE LAS PENSIONES.

   Méndez, que ha empezado su discurso hablando de la reforma educativa durante la II República, ha lanzado otras advertencias al Gobierno, esta vez relacionadas con las pensiones y el próximo desarrollo del llamado factor de sostenibilidad.

   El dirigente de UGT ha señalado que los problemas demográficos ya estaban resueltos en la reforma de pensiones que sindicatos, empresarios y Gobierno socialista pactaron en la anterior legislatura, por lo que ha pedido al Ejecutivo de Mariano Rajoy que no incorpore la dimensión de la crisis en el sistema público pensiones con el objetivo de certificar su "insostenibilidad".

   "No es desde el sistema de pensiones desde donde se puede crear empleo, es desde la política económica", ha recordado Méndez ante la presencia de la ministra de Empleo, Fátima Báñez.

   El dirigente sindical ha reconocido que existen "diferencias abismales" entre los sindicatos y el Gobierno, pero ha pedido un gesto de respeto a sus delegados para la titular de Empleo, y el plenario del Congreso le ha dedicado entonces un aplauso.

EL SINDICATO "NO ES UN PRIVILEGIADO".

   El líder sindical ha señalado que UGT inicia este sábado una nueva etapa tras cuatro años muy difíciles, en los que la dirección de su sindicato "ha estado unida y a la altura de las circunstancias".

   Méndez ha querido aclarar que los sindicatos no reciben ningún privilegio con las subvenciones del Estado, pues éstas forman parte del consenso constitucional y se conceden por el papel que desarrolla el sindicato.

   "Un privilegio es una ventaja usurpada", ha sentenciado Méndez, que ha denunciado que quien tiene "ventajas usurpadas" es la jerarquía de la Iglesia a través del concordato.

SEXTO MANDATO PERO PODRÍA NO SER EL ÚLTIMO.

   Méndez ha indicado que el 41º Congreso de UGT ha aprobado decisiones muy importantes, como la limitación a tres de los mandatos de los secretarios generales.

   Fuentes de UGT han precisado que esta limitación empezará a contar desde este Congreso, con lo que Méndez podría volver a presentarse dentro de otros cuatro años, si bien hay voces dentro del sindicato que apuntan que efectivamente este sexto mandato será el último.

   En cualquier caso, a efectos de esta limitación, el contador 'se pone a cero' para Méndez a partir de este Congreso, por lo que tendría por delante la oportunidad de seguir siendo secretario general durante los próximos 12 años (ya lleva 19).

   A la clausura del 41º Congreso Confederal, que ha terminado con la interpretación de la Internacional, han asistido la ministra de Empleo, Fátima Báñez; la portavoz socialista en el Congreso, Soraya Rodríguez; el coordinador federal de IU, Cayo Lara; la exministra socialista Carme Chacón; la expresidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas, y el secretario general de CC.OO., Ignacio Fernández Toxo, entre otros.