En la nota, que no precisa el lugar donde se registró la explosión ni la nacionalidad de los soldados, la ISAF señala que dos de ellos murieron en el acto y otros dos a resultas de las heridas sufridas en el atentado.
En el este de Afganistán están destacados fundamentalmente soldados norteamericanos de la ISAF así como miembros de la coalición antiterrorista que EEUU comanda en este país.
En su página web, los talibanes informaron ayer de un ataque a tropas norteamericanas en el distrito de Kot de la provincia oriental afgana de Nangarhar.
Según su versión, “varios” soldados norteamericanos murieron por la explosión de una bomba activada por control remoto que alcanzó y destruyó un tanque.
Horas antes, dos civiles murieron y 14 quedaron heridos en un atentado suicida contra un convoy de tropas extranjeras en la capital afgana, Kabul, informó un portavoz del Ministerio del Interior.
El terrorista lanzó un vehículo cargado de explosivos contra la patrulla de tropas extranjeras, según el portavoz Zemaria Bashari, quien dijo que “podría haber bajas” entre los soldados pero este extremo está por confirmar.
Bashari sí confirmó la muerte de dos civiles y las heridas sufridas por otros 14 que se encontraban en las proximidades en el momento del atentado, ocurrido en el área kabulí de Company, en el noroeste de la ciudad.
El portavoz no pudo precisar a qué fuerza –la ISAF de la OTAN o la coalición que lidera EEUU– pertenecía el convoy atacado, ni la nacionalidad de sus ocupantes.
Otra persona murió ayer y seis resultaron heridas en un atentado con bomba cuyo objetivo era el alcalde de la ciudad meridional afgana de Kandahar, Gholam Haider Hamidi, quien salió ileso, informó a Efe una fuente policial.
El artefacto explosivo, colocado en una carretilla, estalló cerca de la sede de la Alcaldía cuando Hamidi acudía a su oficina, dijo el jefe de Investigación Criminal de la Policía kandaharí, Abdul Khaliq.
El fallecido es un peatón que pasaba por la zona donde estalló la bomba, añadió la fuente.
Los civiles son con frecuencia las víctimas de los atentados de la insurgencia contra autoridades y miembros de las fuerzas de seguridad afganas o contra las tropas internacionales destacadas en el país.
El año pasado, 2.118 civiles perdieron la vida víctimas en el conflicto afgano, el 55% de ellos en acciones atribuidas a los talibanes, según datos de la misión de la ONU en el país.
Por otra parte, cinco presuntos talibanes murieron en una operación efectuada ayer por fuerzas afganas y de la coalición estadounidense en la provincia meridional de Kandahar, informó el mando de EEUU en un comunicado.
La operación, que tenía como objetivo la red de terroristas de Al Qaeda en Kandahar, se desarrolló en el distrito de Maywand, a unos 60 kilómetros al oeste de la capital provincial.
La fuerza conjunta detuvo además a tres insurgentes tras un rastreo de las instalaciones, según el comunicado. La fuente aseguró que, antes de atacar, las tropas afganas y estadounidenses pidieron a los civiles que abandonaran las instalaciones y que “19 mujeres y 38 niños fueron protegidos” de los enfrentamientos.