El mensaje del presidente de EEUU, Barack Obama, ayer a Irán, en un vídeo en el que ofrece un nuevo comienzo en las relaciones, es la oferta más directa a Teherán en 30 años de enfrentamientos y una iniciativa insólita en la Casa Blanca.
El vídeo, en el que Obama habla sentado junto a una chimenea y en el que las palabras del presidente aparecen subtituladas en farsi, aprovecha la festividad de Nuruz, el Año Nuevo persa, para felicitar esta conmemoración y lanzar un mensaje directamente a las autoridades iraníes acerca de “una implicación honesta y basada en el respeto mutuo”.
“Mi Gobierno está comprometido con una diplomacia que aborde toda la gama de asuntos pendientes entre nosotros y con la búsqueda de lazos constructivos entre EEUU, Irán y la comunidad internacional”.
El mensaje, que puede verse en YouTube y la página de internet de la Casa Blanca, ha sido distribuido a las emisoras de televisión en Oriente Medio.
Es tradicional que el presidente de EEUU, o el Departamento de Estado, emitan un comunicado por Nuruz, aunque hasta ahora ese mensaje siempre se había dirigido al pueblo iraní, no a las autoridades, y su contenido era mucho más vago.
“Ustedes tienen que tomar una decisión. EEUU quiere que la República Islámica de Irán adopte el lugar que le corresponde en la comunidad de naciones”, insta Obama, que matiza que “las amenazas no harán avanzar este proceso”.
La incorporación a la comunidad internacional, precisa el presidente, “no se puede alcanzar mediante el terrorismo o las armas, sino a través de acciones pacíficas que demuestren la verdadera grandeza del pueblo y la civilización iraní”.
Durante su campaña electoral, Obama había expresado su disposición a dialogar directamente con los países hostiles, entre ellos Irán. Durante su propia ceremonia de investidura, el mandatario aseguró que estaba dispuesto a “extender la mano si ustedes abren su puño”, un mensaje que desde entonces el Departamento de Estado ha repetido en diversas ocasiones.
Washington ha indicado que invitará a Irán, como país vecino, a una conferencia sobre Afganistán en La Haya a finales de este mes, y Teherán ha indicado que considerará la invitación.
Además, EEUU planea enviar una representación a una reunión similar en Moscú, donde Irán ha confirmado que estará presente.
El Departamento de Estado, no obstante, ha indicado que no hay planes para una reunión “sustancial” entre los delegados de ambos países.
Las relaciones diplomáticas entre EEUU e Irán se cancelaron en 1979 después de que un grupo de estudiantes iraníes irrumpiera en la embajada de Washington en Teherán y tomara como rehenes a 52 estadounidenses durante 444 días.
El predecesor de Obama, George W. Bush, incluyó a Irán en su “eje del mal”, junto a Irak y Corea del Norte y rechazó cualquier tipo de aproximación a la República Islámica en tanto ese país no renunciara al programa nuclear que busca desarrollar, a su apoyo al terrorismo de grupos como Hizbulá y Hamas y a sus amenazas contra Israel.
Irán reitera que espera hechos concretos y no palabras
Irán respondió al presidente estadounidense que recibe con buena fe su mensaje conciliador pero que no es suficiente, ya que espera hechos concretos, que incluyan una disculpa oficial. “Lo recibimos de buena fe. Pero se necesita un paso adelante concreto.
EEUU debe admitir su errores, que se remontan al pasado y son históricos”, dijo ayer a Efe Ali Akbar Javanfaker, considerado uno de los asesores más cercanos del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad.
Ambos países rompieron sus lazos diplomáticos en abril de 1980, una vez consolidada la revolución islámica que derrocó la monarquía pro occidental del último Sha de Persia, Mohamad Reza Pahlevi. La respuesta al vídeo fue la misma que el régimen iraní repite como un ‘mantra’ desde hace dos meses.
El pasado enero, escasos días después de que Obama asumiera el cargo y expresara su deseo de iniciar un nuevo capítulo si Teherán abría el puño, Ahmadineyad ya replicó que su país espera un “cambio fundamental en la política estadounidense, cimentado en el respeto mutuo”. Y una disculpa oficial al pueblo iraní “por los daños infringidos en el pasado”.
Días atrás, el líder supremo de la revolución iraní, ayatolá Ali Jamenei, quien tiene la última palabra en asuntos de Estado, volvió a denunciar que “la política de la actual Administración norteamericana es la misma que en el pasado, no ha cambiado”.