La defensa de Arnaldo Otegi ha presentado un incidente de recusación en el Tribunal Constitucional (TC) para apartar al nuevo magistrado Antonio Narváez del debate sobre el recurso contra la sentencia del Tribunal Supremo que condenó al exportavoz de Batasuna a 6 años de cárcel por el intento de reconstrucción de la formación ilegalizada a través de Bateragune.
Otegi considera que Narváez, quien se incorporó al TC el pasado jueves, no es imparcial para estudiar su recurso porque cuando fue fiscal jefe de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo fue el impulsor de los recursos de ilegalización de las sucesoras Batasuna.
Fuentes del tribunal de garantías han señalado a Europa Press que la recusación ya se está tramitando -previsiblemente tendrá que ser estudiada en Pleno si Narváez no se abstiene-, por lo que lo más probable el recurso de Otegi no sea visto en el Pleno que ha comenzado este martes y que incluía este asunto en el orden del día.
En mayo de 2012 el Tribunal Supremo rebajo de 10 a 6 años y medio la pena impuesta a Otegi y al responsable de LAB Rafael Díez Usabiaga por el delito de pertenencia a organización terrorista que les había puesto previamente la Audiencia Nacional, al considerar que no deberían haber sido condenados en grado de dirigentes. El recurso de Dïez Usabiaga no ha sido elevado al Pleno.
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El alto tribunal también redujo de ocho a seis años de cárcel la condena al resto de los acusados en la causa de 'Bateragune' Miren Zabaleta, la extesorera del PCTV Sonia Jacinto y el exresponsable de Haika en Alava Arkaitz Rodríguez, cuyos recursos se verán junto con el de Otegi.
RETRASOS
Hace dos semanas fue el propio TC el que aplazó la celebración del Pleno que incluía el recurso del exportavoz de Batasuna Arnaldo Otegi en espera de que se solventaran los trámites para la incorporación de Narváez, propuesto por el Gobierno en sustitución del dimitido Enrique López.
Aunque el sector conservador del TC cuenta actualmente con mayoría en este órgano, la incorporación de Nárvaez podría reforzar la postura contraria a estimar la petición del exlider de Batasuna.
Este fiscal de dilatada carrera y hombre de confianza del actual fiscal general, Eduardo Torres-Dulce, coordinó todo el trabajo del Ministerio Público frente a los diversos intentos de Batasuna de concurrir a los comicios, desde su puesto de fiscal jefe de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo, desde donde pasó a ser teniente fiscal de este órgano.