La difícil situación económica que arrastra el país y de la que la ciudad tampoco se ha librado ha dejado dos caras bien distintas en la ONGD  Madre Coraje. Por un lado, en el seno del colectivo han apreciado que en el último trimestre las aportaciones de alimentos que realizan empresas, particulares y colectivos para colaborar con los más necesitados se han reducido aproximadamente en hasta un 25 por ciento, respecto a las mismas fechas del pasado año. Unas circunstancias que el presidente del colectivo, Antonio Gómez, achaca a la crisis, y que está dificultando en cierta medida la labor de Madre Coraje a la hora de cumplir el calendario de actuaciones que había previsto de acuerdo a los recursos recaudados.
Como en otros ámbitos, aunque los jerezanos siguen siendo solidarios, también se muestran algo más retraídos a la hora de colaborar especialmente por la falta de confianza que ha generado el contexto económico actual.
Sin embargo, para contrastar esta situación, la cara más amable de la tan temida recesión también se ha traducido en el aumento de voluntarios que ha registrado la delegación de Madre Coraje en Jerez respecto a 2008, puesto que ha pasado de 200  a 250 presonas, que desinteresadamente dedican su tiempo a prestar servicios encaminados a mejorar la situación de los más desfavorecidos.

La cara positiva
La lectura que hacen desde la asociación jerezana, es que con el aumento del desempleo “hay más personas que desgraciadamente tienen más tiempo libre y deciden dedicar parte de él a estas cuestiones”.
Otro daño colateral de la crisis ha sido la “pequeña disminución” que ha sufrido el colectivo en el número de socios, si bien desde la asociación no dan imporancia a este dato dado que “no es significativo y también se ha compensado en parte con altas de otras personas”.

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ANTECEDENTES

Una asociación con 18 años de vida
La ONGD Madre Coraje inició su actividad de ayuda humanitaria en 1991. Desde entonces, la asociación ha enviado 200 contenedores con 20.000 Kilos de ayuda a Perú y otras zonas de Latinoamérica.

Los milagros del reciclaje para Perú
Un kilo de cartuchos de tinta equivale a 16 kilos de alimentos para Perú, mientras que un kilo de ropa es igual a otro de medicamentos y un litro de aceite se transforma en un kilo de material escolar.