El candidato socialista a la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo, ha afirmado este lunes que él no quiere hablar de "subir o bajar impuestos sin más", sino que el debate es "a quiénes" se les suben los impuestos y "para qué".
En una entrevista en Onda Cero recogida por Europa Press, se ha mostrado convencido de que, más que pagar impuestos, lo que "les duele" a los madrileños es "que con eso no se logran efectos de bienestar social". "A todos nos duele (pagar impuestos), pero también hay mucha solidaridad y conciencia social", ha añadido, preguntándose si acaso "los ciudadanos sólo piensan en sí mismos, o el que tiene patrimonio no tiene conciencia social".
Gabilondo, que quiere revisar la bonificación del cien por cien del impuesto del patrimonio y la ausencia de impuesto de sucesiones ha dejado claro que no pretende que una persona que hereda un piso de su familia "no pueda pagar los impuestos" asociados. "No es ahí donde hay que intervenir", ha dicho.
Además, ha afirmado que a él no le gusta hablar "con maniqueísmo", en términos de "ricos" o "como si el mundo se dividiera entre ciudadanos y gente sin alma", y que no está en sus planes tomar "decisiones abusivas".
Su objetivo ha dicho, es que Madrid siga siendo una comunidad atractiva para invertir "pero con condiciones de equidad y justicia" para que el bienestar "alcance la vida concreta de los ciudadanos".
Gabilondo ha evitado concretar más sus propuestas porque, según ha dicho, quiere esperar a tener listo todo el programa electoral, y no ir "soltando perlas" u "ocurrencias matutinas".
En su opinión, entre los votantes hay "mucha expectativa y mucha voluntad de participar", y lo que reclaman son "propuestas mensurables", credibilidad y rendición de cuentas. Así, ha defendido que "no basta con decir viva el bien y abajo el mal", sino que, también por la "irrupción de nuevas formaciones", los políticos deben ser "más serios, más consistentes y más concretos".
En esa línea, se ha mostrado convencido de que los ciudadanos quieren que los partidos no les "distraigan con movimientos orgánicos", sino que resuelvan sus problemas internos y hablen de lo que les interesa, como la sanidad y educación.
NO CREE EN LA POLÍTICA "DE PERSONAJES"
En ese sentido, ha evitado pronunciarse sobre las candidatas del PP para Madrid --Esperanza Aguirre para el Ayuntamiento y Cristina Cifuentes como su rival en la Comunidad--, porque no cree en la política "de personas sin más, de personajes", aunque admite que las personas "son decisivas".
De hecho, se ha limitado a mostrar su respeto por los procesos de elección en el PP y ha confiado en que pronto los candidatos puedan debatir sobre asuntos concretos "en un clima de serenidad".
Preguntado también por la lista que le acompañará en la carrera por la Comunidad de Madrid, ha respondido que en su partido hay una gestora y una comisión de listas, pero que él estará "bien informado" y tendrá su "lugar" en esa decisión.
En ese objetivo, ha subrayado que él no clasifica a la gente entre "adeptos y no adeptos", ni es partidario de "excluir a nadie porque ha apoyado a este o a otro", sino de "apoyar a las mejores personas estén donde estén" y de contar con gente "de solvencia y competencia para resolver los problemas".