El candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, ha emplazado a todas las fuerzas políticas a comprometerse con la "causa común" que es la "patria" y reconstruir una España en la que quepan todos.
"Tenemos la oportunidad de ponernos de acuerdo y construir la España que queremos, una España en la que quepamos todos", ha proclamado en su discurso de investidura.
Con independencia de su edad o condición, de su ideología o de dónde hayan nacido y del partido al que han votado, Sánchez cree que todos los ciudadanos pueden tener cabida en el proyecto de cambio que ha preconizado.
Además, ha subrayado que su oferta de acuerdo con Ciudadanos presenta soluciones a los cinco grandes desafíos actuales: el empleo, la desigualdad, la regeneración democrática y el combate contra la corrupción, el papel que España debe tener en la Unión Europea y en el mundo, y resolver la crisis de convivencia de Cataluña.
Cinco desafíos que, según ha asegurado, quiere enfrentar "con trabajo y tesón" y que requerirán diálogo con la sociedad, con los agentes sociales y entre las fuerzas parlamentarias, porque hay algunos que son "urgentes" y que deben ser duraderos.
A su juicio, "cuando la voluntad de unión y cambio es cierta" y si hay generosidad, no cuesta encontrar un entendimiento, difícil de hallar si hay "visiones miopes".
Frente a quienes promueven la división del territorio, ha defendido "el valor de la unidad y la solidaridad" y, ante los que favorecen la desigualdad y la injusticia, apuesta por la protección de los derechos y la igualdad de oportunidades.
Más allá, ha asegurado que, "frente a los que facilitan y amparan la corrupción", su propuesta es "la persecución y el castigo para los corruptos y los corruptores".