Banco Santander detallará previsiblemente este miércoles, 6 de abril, a los sindicatos los primeros datos del plan de ajuste de empleo que afectará a la plantilla del banco por el cierre de hasta 450 oficinas en España, en una cita que servirá para constituir la mesa de negociación de la reestructuración de la red del banco, según fuentes sindicales consultadas por Europa Press.
La cita entre las partes llegará apenas seis días después del anuncio del banco a los representantes de los trabajadores en una reunión informativa, aunque está pendiente de ser formalizada a través de una convocatoria oficial.
Los sindicatos ofrecen su total disposición a negociar con la dirección de la entidad y confían en que el Santander presente un plan de reducción de empleo similar al acordado para absorber Banesto. En ese caso, la entidad ofreció prejubilaciones desde los 55 años, cobrando el 70% del salario, según recuerdan las fuentes.
Desde los sindicatos han valorado que el proceso de integración de Banesto fue "tranquilo" y se evitó que derivara en una reducción de plantilla traumática e involuntaria.
De hecho, el responsable de banca comercial de Santander España, Rami Aboukhair, ha garantizado en una comunicación a los empleados, a la que ha tenido acceso Europa Press, que el ajuste de plantilla que implica el plan de transformación de oficinas se acometerá con "actuaciones similares" a las implementadas en los últimos años.
Aboukhair detalla que la idea del banco pasa por renovar una oficina al día para alcanzar este año las 350 oficinas transformadas al nuevo modelo más multicanal y enfocado a la atención especializada. La entidad espera que en este ejercicio ya tendrá al menos una sucursal del nuevo modelo en todas las capitales de provincia y municipios de más de 100.000 habitantes.
La entidad presidida por Ana Botín espera potenciar la movilidad interna dentro del grupo para aminorar la reducción de puestos de trabajo. La reducción de empleados en Santander España y los servicios centrales podría afectar a entre 1.000 empleados y un máximo de 2.500 millones, según la primeras estimaciones de los sindicatos.
No obstante, la federación de servicios de UGT ha advertido de que el banco busca aprovecharse de la situación "favorable" que facilita la actual legislación laboral para iniciar "un proceso de destrucción de empleo".
