Dirigentes de Podemos aceptan la posibilidad de explorar un acuerdo estatal con Izquierda Unida que vaya más allá de pactos territoriales concretos como los alcanzados para las elecciones del 20 de diciembre, aunque esta posición aún no es unánime. De hecho, su secretario Político, Iñigo Errejón, seguía este miércoles defendiendo el "enfoque territorial".
Por su parte, en IU mantienen las condiciones que exigía en diciembre el líder de la organización, Alberto Garzón, y que fueron rechazadas en su día por Podemos, y aseguran que no darán nuevos pasos hasta que se confirme que no habrá investidura y hasta que el partido morado no fije una posición oficial y unánime. Eso sí, voces como la del dirigente Gaspar Llamazares siguen expresando sus recelos a esa posible alianza global con Podemos y ya anuncian su voto en contra de IU.
Mientras que en las generales de diciembre Podemos rechazó todo acuerdo de ámbito estatal y limitó las alianzas con IU a circunscripciones concretas y bajo las siglas del partido morado --condiciones no aceptadas por Alberto Garzón--, ahora la formación que lidera Pablo Iglesias ha asumido que sumar a IU puede tener ventajas con vistas a la previsible repetición de elecciones el 26 de junio.
En la dirección de Podemos no han cerrado todavía ninguna postura, pero la idea de una alianza estatal ya no se descarta y están dispuestos a estudiarla cuando haya que entablar oficialmente negociaciones con Izquierda Unida, eso sí, una vez que se disuelvan las Cortes y se convoquen las elecciones.
Así, el propio Iglesias ha asegurado este miércoles que Garzón y él tienen "la obligación de conversar" para estudiar una posible alianza; conversaciones en las que, según han explicado a Europa Press fuentes de la dirección del partido morado, desde Podemos estarían dispuestos a ir más allá de la estrategia fijada para las elecciones de diciembre y estudiar otro tipo de acuerdo, que podría ser a nivel nacional y no limitarse a acuerdos territoriales ni a sumar a "activos" concretos, como en su día le pidieron a Garzón.
Aunque el secretario general de Podemos ha avisado de que dichas conversaciones no implican "a priori generar expectativas", ha defendido que hay que tener en cuenta que durante estos meses "se ha instalado el debate sobre qué gobierno quiere cada uno", y que desde Podemos se ha planteado "un gobierno de coalición en una dirección muy determinada", integrado por PSOE, Podemos, Compromís y también por Izquierda Unida-Unidad Popular. Es decir, que la situación respecto al 20 de diciembre ha cambiado.
Por su parte, la jefa de gabinete de Iglesias y portavoz adjunta en el Congreso, Irene Montero, ha explicado este miércoles en declaraciones a los medios antes de participar en un acto en Alcorcón (Madrid) que "hasta que no sea segura la repetición" no van a poner en marcha nada, pero tienen la "máxima disposición" para construir una candidatura que permita ganar al PP "en esa segunda vuelta".
Así, ha insistido en que están dispuestos a "explorar todo lo que sea necesario" para alcanzar este objetivo, en la línea de los acuerdo que ya alcanzaron en Galicia, Cataluña y Comunidad Valenciana, donde sí establecieron alianzas con otras fuerzas, entres ellas, IU. "En nuestro espíritu está hacer acuerdos e ir lo más fuertes posibles para ganar las elecciones al PP", ha reafirmado.
COMBATIR LOS EFECTOS DE LA LEY ELECTORAL
Son varias además las voces en Podemos, como la del portavoz en el Senado, Ramón Espinar, las que han destacado que la alianza con IU a nivel estatal ayudaría a superar los obstáculos que la ley electoral supone, sobre todo, para una formación como la liderada por Garzón, que en diciembre consiguió alrededor de un millón de votos y sólo dos diputados. Así, consideran que la unión con la formación morada podría tener un efecto multiplicador a la hora de conseguir diputados, sobre todo en las circunscripciones pequeñas.
No obstante, no todos en Podemos comparten esta visión, al considerar que lo importante y lo que realmente tiene un efecto "multiplicador" es mantener el carácter "transversal" de las candidaturas y evitar la clara identificación con el eje de la izquierda que supondría establecer un pacto con IU a nivel general.
Este mismo miércoles, Errejón --el principal defensor de la "hoja de ruta de la transversalidad"-- ha defendido que de momento Podemos sigue apostando por "un enfoque territorial". "Apostamos por tener la discusión territorio a territorio, pero no quiero adelantar acontecimientos porque eso se tendrá que desarrollar, y además en un momento en el que no sea posible dejar la puerta abierta a un gobierno del cambio", ha asegurado en declaraciones a los medios en el Congreso.
IU, A LA EXPECTATIVA
En Izquierda Unida, mientras tanto, se mantienen a la expectativa. Alberto Garzón mantiene la misma posición que en diciembre y no dará ningún paso para explorar alianzas electorales hasta que se descarte completamente el Gobierno de cambio de Pedro Sánchez y se confirme que va a haber comicios en junio.
Además, quieren asegurarse de que Podemos fije una postura oficial a favor de explorar la alianza estatal, pues no desean repetir el 'fiasco' de las negociaciones previas al 20 de diciembre. Si hubiera acuerdo, deberá discutirse en los órganos de la federación, y ahí ya se anuncian votos en contra.
Uno de los más recelosos es el portavoz en Asturias, Gaspar Llamazares, quien no piensa aceptar "una coalición 'sui generis' que excluye el nombre de IU". En una serie de mensajes en la red social Twitter recogidos por Europa Press, el ex coordinador general indica que "nunca" aceptó "las ofertas de la casa común" que lanzaba el PSOE y que ahora tampoco apoyará una candidatura común bajo las siglas de Podemos. "Estoy muy lejos del giro a la derecha del PSOE, casi tanto como del giro sobre sí mismos de Podemos. Con ninguno hay cambio de izquierdas", sostiene.