Las detenciones se han efectuado gracias a una operación policial en varias ciudades italianas y en la que los agentes han podido confiscar diversas armas.
Cinco de los detenidos se encuentran ya en prisión cautelar, mientras que una sexta persona, un anciano, ha sido puesta bajo arresto domiciliario.
Los detenidos pretendían supuestamente atentar durante la reunión del Grupo del G8 de jefes de Estado y de Gobierno (del 8 al 10 de julio) en La Magdalena, isla próxima a Cerdeña y sede de la cumbre antes de que fuera trasladada a la ciudad de L’Aquila tras la tragedia del terremoto.
Entre los detenidos figuran Luigi Fallico, antiguo miembro de la primera generación de las Brigadas Rojas, así como Ernesto Morlacchi, hijo de uno de los fundadores de este grupo terrorista.
“Se lo llevaron mientras estaba en su puesto de trabajo. Han arrestado también a otro milanés, el primo Kamo Capossi. Ambos no tienen antecedentes penales y nadie se ha preocupado de advertir a las familias que por la noche permanecerían en la comisaría”, afirma el abogado de Morlacchi, Sandro Clementi, en declaraciones que recoge el Corriere della Sera.
Según la Policía, el atentado en La Magdalena era sólo uno de los objetivos que tenían los detenidos, quienes mantuvieron varias reuniones en una tienda en Roma, adonde estaba previsto que próximamente se produjera una reunión entre Fallico y Bruno Bellomonte, otro de los arrestados.
El comisario de Roma Giuseppe Caruso afirmó que las armas y los documentos encontrados indican que los detenidos pretendían “relanzar” la lucha armada del grupo terrorista de las Brigadas Rojas.