Hasta diez personas han podido morir en Teherán en los disturbios y manifestaciones que han enfrentado a las fuerzas de seguridad y la oposición, dijo ayer Amnistía Internacional (AI), al rebajar la cifra de 15 fallecidos divulgada anteriormente.

Aún así, la nueva cifra contrasta con los datos oficiales, que hablan de al menos ocho muertos durante los altercados ocurridos en la capital iraní desde el pasado viernes, cuando se celebraron las elecciones presidenciales en Irán, en las que salió reelegido el actual presidente, Mahmud Ahmadineyad, lo que desencadenó la protesta de la oposición, que habla de fraude electoral.

En un comunicado de "clarificación" emitido desde su sede en Londres, AI informó de que "hasta diez personas pueden haber perdido la vida en los disturbios con las fuerzas de seguridad y milicias armadas (vestidas) de paisano".

Además, "al menos cuatros estudiantes se encuentran actualmente desaparecidos tras el ataque contra la residencia de estudiantes de Teherán", indica AI, que mencionó con anterioridad la posibilidad de que cinco estudiantes figuraran en el primer cálculo de 15 muertos.

AI, que atribuyó sus cifras a un recuento propio en función del seguimiento de las noticias sobre los enfrentamientos y los datos recibidos desde Irán, pide a las autoridades iraníes que investiguen "todas las informaciones sobre las muertes (ocurridas en los disturbios) para aclarar la suerte de esos estudiantes".

La organización pro derechos humanos también instó al Gobierno de Teherán a "garantizar que no se permite a las milicias operar con libertad, pues no están adecuadamente entrenadas para vigilar manifestaciones".