El total de personas extranjeras en los siete CIE que hay en España en 2015 era de 6.930 -6.475 hombres y 455 mujeres- de los que el mayor número están en Algeciras (2.114) y Madrid (1.342), seguido de Las Palmas (843), Barcelona (738), Murcia y Valencia (ambos con 690) y Tenerife (58).
Según los datos del Ministerio del Interior, del total de personas internadas por las Fuerzas de Seguridad en los centros el pasado año, fueron expulsadas el 41,42 por ciento (2.871 personas) y el resto quedó en libertad.
En estos centros, también se admitió a trámite la solicitud de protección internacional de 196 personas internadas en los CIE.
La media de estancia de los extranjeros en estos centros cerrados es de 24 días, siendo la mayor en Murcia (29 días) y la menor en Madrid (18 días), según los datos oficiales.
Sin embargo, el Servicio Jesuita a Migrantes, una ONG encargada de realizar visitas a los ingresados en los centros, asegura que la estancia es superior.
En concreto, en el centro de Madrid el 40 por ciento de los visitados por esta ONG están más de 40 días y en Barcelona, uno de cada tres.
En su último informe, destaca que más de la mitad de las personas con las que ha tenido contacto están internadas por tener una orden de expulsión por su estancia administrativa irregular en España, por lo que denuncia que estos ingresos son una medida desproporcionada.
Recuerda que una de cada tres personas fueron detenidas en la vía publica al carecer de documentación identificativa cuando se la requirieron las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Además de los CIE, en los que los internos tienen obligación de permanecer a disposición del juez que hubiere autorizado su ingreso, la Administración dispone de dos establecimientos para la atención de los extranjeros llegados irregularmente a España en Ceuta y Melilla.
Se trata de los Centros de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) en ambas ciudades autónomas que son establecimientos concebidos como dispositivos de primera acogida provisional y destinados a dar servicios y prestaciones sociales básicas a los inmigrantes y solicitantes de asilo que llegan a alguna de las ciudades autónomas.
En estos centros, los inmigrantes se encuentran en régimen abierto y pueden salir durante el día, a diferencia de los CIE.