El exalcalde de Santander y nuevo ministro de Fomento, Iñigo de la Serna, se ha despedido este sábado de sus compañeros del Ayuntamiento y de todos los santanderinos, a quienes ha agradecido "la oportunidad de ser alcalde de la ciudad más extraordinaria que tiene España". "Esta ciudad lo es todo para mí", ha asegurado.
Arropado por los miembros de su hasta ahora equipo de gobierno municipal y emocionado --por momentos con las lágrimas en los ojos--, De la Serna ha asegurado que su nombramiento le ha generado "sentimientos encontrados" porque se pone fin a una "etapa enormemente feliz".
El exregidor ha explicado que ha regresado a la capital cántabra apenas dos días después de ser nombrado ministro de Fomento porque la "celeridad" con que ocurrió todo el pasado jueves no le permitió despedirse. "No me parecía bien irme después de casi 10 años como alcalde sin dirigirme a los santanderinos para darles las gracias", ha apostillado.
"Quiero agradecerles todo lo que he vivido a lo largo de estos años, estoy enormemente agradecido porque he sido un afortunado y siempre he sentido el cariño de los vecinos", ha dicho De la Serna, que se ha mostrado convencido de que "los santanderinos me han dado mucho más de lo que yo he sido capaz de darles a ellos".
Y es que, ha enfatizado, ser alcalde es "lo más grande que me ha sucedido nunca en mi carrera política" y ha asegurado que su trayectoria al frente del Consistorio santanderino ha "cometido muchos errores" y también "algún acierto", pero ha destacado que todo lo ha hecho "con toda la dedicación y esfuerzo y absoluta honestidad y honradez".
"Esta ciudad lo es todo para mí. Siento absoluta devoción por Santander y esté donde esté y tenga la responsabilidad que tenga, les puedo asegurar que la voy a llevar en el corazón siempre", ha afirmado tratando de evitar romper a llorar, algo que ya estaban haciendo algunas de las concejalas de su ya ex equipo de Gobierno.