El avión, modelo Iliushin de fabricación rusa, que cubría la ruta Teherán-Mashad, estaba a punto de tomar tierra cuando, por causas que se desconocen, se salió de la pista y fue a estrellarse contra un muro.
Se trata del segundo accidente aéreo en Irán en menos de dos semanas tras el que sufrió un avión ruso Tupolev TU-154 de la empresa Caspian Arlines, que cubría la ruta Teherán-Eriván y que se estrelló al poco de despegar del aeropuerto de la capital iraní y murieron las 168 personas que iban a bordo. Ante las críticas suscitadas en Irán contra la compra de aviones rusos de segunda mano, las autoridades iraníes han vendido defendiendo la tecnología rusa y descartaron que el avión siniestrado estuviera obsoleto.
El viceministro de Transportes de Irán, Ahmad Mayidi, afirmó ayer que la parte de la caja negra del aparato en que se grabaron las conversaciones del piloto del avión siniestrado en Irán el pasado 15 de julio y en el que murieron 168 personas no desvela las causas del accidente.
En declaraciones a la agencia oficial iraní Fars, Mayidi informó de que recientemente se ha encontrado una pieza de la denominada caja que graba las conversaciones del piloto, pero que “esta pieza no da pista alguna para encontrar las causas del accidente del avión”.
“Hay que encontrar la caja entera para poder extraer los datos de forma completa”, dijo Mayidi, quien dirige el equipo que investiga las causas del accidente ocurrido el pasado 15 de julio del avión Tupolev TU-154 propiedad de la compañía iraní Caspian Airlines.
La aviación civil de Irán ha anunciado que los equipos de investigación han encontrado las tres partes que componen la denominada caja negra (FDR) del avión que están siendo estudiadas por un equipo de técnicos rusos desplazados a Irán.
De las tres piezas, la primera está seriamente dañada, la segunda está bien mientras que la tercera está destruida y los técnicos solo han conseguido encontrar parte de las cintas que contenía esta segunda caja.
