Los más de 600 inmigrantes y refugiados que están en el buque 'Aquarius' desembarcarán en el puerto de Valencia este sábado a bordo de tres embarcaciones y, a partir de ese momento, el Ministerio del Interior empezará el procedimiento para identificarles.
Fuentes de Vicepresidencia aseguran que la llegada está prevista para el fin de semana, "más bien para el sábado". Desembarcarán tres embarcaciones: el Aquarius con 129 personas a bordo, y dos barcos italianos de rescate en los que irán los 500 restantes.
Pero antes de que atraque, la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, se desplazará este miércoles o el jueves a Valencia para reunirse con el líder de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, y coordinar el trabajo para la recepción de los migrantes. De los 629 migrantes a bordo, 123 son menores y, según han precisado estas mismas fuentes, "seguramente tengan que quedarse en Valencia".
Una vez se produzca el desembarco, el Ministerio de Interior empezará a hacer todo el trabajo jurídico de identificación para saber quiénes tienen carácter de refugiados o no y, por tanto, podrán recibir protección internacional.
Las mismas fuentes han recalcado que, antes de hacer el ofrecimiento de Valencia como puerto "seguro" para atracar, el domingo a última hora el presidente del Gobierno se interesó por la situación del buque que había trascendido a los medios de comunicación.
Asimismo, tras conocerse la decisión del ministro del Interior italiano de impedir la llegada del buque a un puerto de Italia, el líder del Ejecutivo apuntó que España no podía permitir que el barco quedase a la deriva. En este contexto, desde Vicepresidencia comenzaron todos los trabajos de coordinación para poder recibir a los migrantes del Aquarius.
En dicho proceso, intervienen el Ministerio de Fomento, Exteriores, Defensa y Trabajo. Fuentes de este último departamento han asegurado a Europa Press que la comunicación es "muy fluida" y "constante" con Vicepresidencia.
El lunes, una vez España tenía la "certeza" de que ningún estado europeo iba a ofrecer un puerto seguro y después de que el Gobierno hiciese público su ofrecimiento al buque de atracar en el puerto de Valencia, Fomento contactó directamente con el capitán del buque para comunicárselo, según apuntan fuentes del Ejecutivo.
Las ONGs que gestionaron el rescate de los más de 600 migrantes durante el fin de semana en el Mediterráneo en un prinicipio rechazaron la oferta, alegando la "inseguridad" que suponía recorrer 700 millas hasta Valencia con el barco "abarrotado". Tras ese rechazo inicial, España puso sobre la mesa que la llegada fuese al Puerto de Palma, después de recibir la respuesta positiva de la presidenta balear, Francina Armengol. Finalmente, las embarcaciones llegarán "únicamente" al puerto de Valencia, han confirmado las mismas fuentes del Ejecutivo.
Fuentes de vicepresidencia aseveran que en ese proceso también intervino el Ministerio de Exteriores, que por la noche contactó con Jean-Claude Juncker y con el embajador de Italia.
Desde Vicepresidencia también se están coordinado con las comunidades autónomas, que están prestándose a acoger a los que sean refugiados, así como con la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) para canalizar los ofrecimientos de los ayuntamientos.