Las operaciones de retirada de efectivo en cajeros se hundieron un 31,25% y su importe cayó un 18,36% durante el ejercicio 2020, debido a los confinamientos por el coronavirus y la preferencia por el pago con tarjeta para reducir los contactos, según recoge la última estadística actualizada por el Banco de España, que también refleja la desaparición de más de 1.000 cajeros en el territorio nacional durante el pasado año.
Las retiradas de efectivo, que en 2019 ya rompieron con cinco años de ascensos y cayeron un 2,8%, se redujeron un 31,25% en 2020, siendo más acusada la caída en el segundo trimestre del año, aunque los descensos fueron notables en todos los trimestres.
En cuanto al importe retirado, que disminuyó un 18,36% tras seis años de incrementos, también fue significativamente inferior todos los trimestres respecto al mismo periodo del año precedente, especialmente entre abril y junio (-35% interanual).
Estos movimientos tienen lugar en un año en el que la red de cajeros automáticos en España se ha reducido en 1.020 cajeros en 2020 (-2,02%), terminando el año con un total de 49.481.
Por el contrario, la red de terminales de puntos de venta (TPV) creció un 6,77%, hasta los 2,07 millones de dispositivos.
La estadística del Banco de España recoge un incremento de los pagos con tarjeta en TPV del 4,4% en 2020, hasta 4.735 millones de operaciones, con aumentos todos los trimestres respecto al mismo periodo del ejercicio precedente, a excepción del segundo, donde las operaciones cayeron un 16% frente a abril-junio de 2019. En los últimos 20 años, el número de pagos con tarjeta ha crecido todos los ejercicios.
Sin embargo, el importe total pagado con tarjeta cayó un 0,49% en 2020, hasta 160.551 millones de euros, después de siete años de subidas. La razón está en el hundimiento en un 17% en el segundo trimestre respecto al mismo periodo del año anterior, pues el resto de trimestres se produjeron incrementos interanuales que no fueron suficientes para terminar el conjunto del año en positivo.