El cuerpo de la niña fue rescatado desde el buque oceanográfico Ángeles Alvariño a mil metros de profundidad en el interior de una bolsa
La prueba de la huella dactilar confirma que el cadáver rescatado a mil metros de profundidad frente a las costas de Tenerife este jueves es el de la niña de seis años Olivia, secuestrada por su padre junto a su hermana Anna, de uno, ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Canarias.
El cuerpo de la niña fue rescatado desde el buque oceanográfico Ángeles Alvariño a mil metros de profundidad en el interior de una bolsa de deportes lastrada en el fondo del mar por un ancla, a unos tres kilómetros de la costa de Tenerife.
El buque mantiene la operación de búsqueda en la zona, pero por ahora no se ha encontrado rastro ni de la otra niña ni de su padre.
Las niñas habían desaparecido el 27 de abril, cuando su padre no las devolvió a su madre como tenía pactado.