Para lograr salvar de la guerra de Ucrania a 46 personas que podrán residir con un permiso oficial en diversos puntos de Galicia
Un autocar moldavo, alquilado por la ONG gallega Families4peace, llegará esta noche a la comarca de A Coruña tras superar 50 horas de vértigo para lograr salvar de la guerra de Ucrania a 46 personas que podrán residir con un permiso oficial en diversos puntos de Galicia.
Los refugiados se ubicarán en diferentes residencias repartidas en los ayuntamientos de Cambre, Ordes, Oleiros, Coruña, Carral, Tui y Malpica. Además de los refugiados que se quedarán en Galicia, tres familias continuarán viaje hasta Lisboa y otra seguirá hasta Alicante, destino definitivo de una familia de siete personas, de cuya estancia se harán cargo familiares y amigos.
Families4peace, junto a la ONG Team Humanity que está operando en la zona de conflicto, se han encargado de organizar la salida. Entre los 46 refugiados viaja una madre con seis hijos -un séptimo vástago se quedó en Moldavia por diferentes problemas administrativos-, un georgiano y su familia que residían en Odesa y otra que ha superado en las últimas horas un ataque en Mikolaiv.
Dos días antes de la organización de este viaje, un oleoducto explosionó a 70 kilómetros de la zona en la que se encontraban refugiadas las 46 personas que a esta hora ponen miles de kilómetros de distancia del horror, mientras conocen por videoconferencia, a través del teléfono móvil, a sus anfitriones o el lugar en donde esperan reconstruir vidas que han quebrado por la invasión rusa.
Todas las personas que realizan este viaje a Galicia, según informa la ONG a Efe, tendrán que pasar la próxima semana un reconocimiento médico, y, tras el trámite sanitario, se les otorgará una tarjeta sanitaria con un código QR que les dará derecho a entrar en un programa de protección nacional.
Antes de la partida de la expedición, trabajadores sociales de diferentes ayuntamientos en coordinación con la policía ha trabajado con la ONG para estudiar la acogida de los refugiados y proporcionarles las necesidades más básicas a su llegada.
Laura Lizancos, coordinadora de Families4peace, ha pasado los últimos diez días Moldavia, en la frontera con Ucrania, para organizar el viaje de los refugiados y al mismo tiempo hacer llegar a las ciudades de Járkov y Odesa, bombardeadas intensamente en los últimos días, material médico a los hospitales.
Families4peace ha puesto en marcha una recogida urgente de medicinas y diverso material sanitario a través de una red de 20 colegios de la provincia de A Coruña, que ha reunido siete pales de ayuda humanitaria, enviados ya a Ucrania, entre los que cabe destacar el envío de 1.000 torniquetes y materiales de botiquín.
Para los voluntarios que trabajan en la zona ha resultado muy complicado desarrollar su labor en Moldavia debido a las dificultades con el idioma, de ahí que hayan tenido que improvisar la confección de diferentes elementos didácticos en formato escolar que han elaborado en ruso, ucraniano, gallego y español.
Lizancos explica a Efe que es complicado explicar a los refugiados que su seguridad estaba comprometida en Moldavia. “No querían salir de la zona porque están convencidos de que su guerra se va acabar la semana que viene y creen que van a poder volver a sus casas”, sostiene la coordinadora de esta plataforma, que añade que a este grupo de ucranianos les resulta “chocante que sean bien recibidos en España y en Galicia y se preguntan por qué se les ofrecen tantas cosas”.
La ONG se ha dirigido a Cruz Roja y otras entidades para que preparen planes de formación, no solo para aprender el idioma, sino para lograr la reactivación laboral de los refugiados; entre los 46 nuevos ucranianos que llegarán en las próximas horas hay profesionales expertos en paisajismo, soldadores, cocineros o dentistas.