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Galicia

El pueblo donde reposan los restos de Miguel Ángel Blanco le lleva flores

Allí la gente se acuerda de las 72 horas que el 10 de julio de 1997 conmocionaron España y este miércoles han hecho una ofrenda floral

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  • Aurelio Garrido, tío de Miguel Ángel Blanco, ante la tumba del concejal asesinado por ETA. -

A Merca y Xunqueira, los dos pueblos gallegos de los que son originarios los padres de Miguel Ángel Blanco, no olvidan al concejal asesinado por ETA hace 25 años. Allí la gente se acuerda de las 72 horas que el 10 de julio de 1997 conmocionaron España y este miércoles han hecho una ofrenda floral. 

Aurelio y Pacita, tíos por parte materna de Miguel Ángel, recuerdan el trágico episodio que sacudió el país, desató una oleada de protestas bajo el grito de 'Basta ya' y despertó el Espíritu de Ermua.

Este matrimonio vive desde hace años en Faramontaos, una pequeña aldea del municipio de A Merca, donde se encuentran los restos del malogrado joven. 

Los dos ayuntamientos recordaron hoy al edil de Ermua junto a las esculturas levantadas en su honor en ambos municipios y dos guardias civiles han llevado flores a la tumba de Miguel Ángel.

Ha pasado una década desde que la familia, harta de los constantes ataques que recibía la tumba del concejal, decidiese trasladar los restos desde Ermua hasta este lugar de Galicia al que solía acudir el joven todos los años para descansar. 

Cuando se produjo el terrible suceso, Aurelio y Pacita vivían en Ourense. "Nos enteramos del secuestro por las noticias", ha dicho a Efe Pacita, para a continuación recordar que la esperanza inicial, la del primer momento, se convirtió en resignación. 

"Habían llegado cartas de países como Uruguay o Argentina, pero no valió de nada", comenta. 

El consuelo que le queda es que Miguel Ángel no murió solo en el hospital. "Mi hija estuvo con él y le agarró la mano. En ese momento, según cuenta, Miguel Ángel se la apretó con fuerza y pereció". 

Desde aquel día Pacita afirma que no cree "en el de arriba" como antes. 

Aurelio, a su lado, trae al presente cómo fue la conducción de los restos desde Ermua, casi en secreto, a Faramontaos. "Lo trasladamos en secreto, allí tiraban las flores y piedras y se decidió traerlo aquí", explica.

Desde entonces, decenas de personas de toda España se acercan cada año para visitar la sepultura familiar y dejar recuerdos que los tíos se encargan de recoger para entregárselos a su hermana, Mari Mar. 

Otra persona que tiene grabado con nitidez lo ocurrido es el político orensano del PP Rosendo Fernández, entonces concejal en A Merca, que califica el suceso como uno de los "más repudiables" de la historia de España. 

"Estábamos fuera del consistorio cuando vinieron a decirnos que habían secuestrado al nieto de Aurelio, del País Vasco", comenta.

A partir de ahí, toda la corporación municipal decidió pasar la noche en la casa consistorial a la espera de noticias tras conocerse que "ya habían dado un ultimátum". 

"Escribimos unas palabras de repulsa, empezó la gente a venir y nos quedamos allí", abunda Fernández. "Por desgracia, se consumó la amenaza", concluye. 

La Guardia Civil había liberado días antes al funcionario de prisiones Ortega Lara.

Ahora, el Ayuntamiento de A Merca prepara la inauguración de un nuevo monumento que servirá para mantener vivo el recuerdo de Miguel Ángel Blanco. 

Se trata de una puerta de nueve metros de altura que se encuentra ya ubicada en un monte propiedad de los tíos. Este acto, que estaba previsto que se celebrase hoy, finalmente se aplazó a una fecha que todavía está por definir para facilitar la asistencia de la familia y de las autoridades. 

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