El buque Ártabro, que buscará los restos del Villa de Pitanxo, el arrastrero que naufragó en febrero de 2022 en aguas de Canadá, esperará en el puerto canadiense de San Juan de Terranova a dos peritos más autorizados por el juez de la Audiencia Nacional que investiga la tragedia.

Fuentes jurídicas han informado a EFE este miércoles de que el magistrado Ismael Moreno ha autorizado a embarcar al segundo perito del juzgado que se quedó fuera de la expedición y también a otro designado por las familias de los 21 marineros fallecidos en el naufragio.

Según las fuentes, se espera que el buque Ártabro llegue mañana al puerto de San Juan de Terranova, donde atracará y esperará a los dos nuevos peritos, que se sumarán al que ya estaba a bordo, autorizado por el juzgado.

Este buque partió hace justo una semana del puerto de Vigo (Pontevedra) rumbo a Canadá en medio de la polémica y la indignación de las víctimas, que lo consideraron una decisión "unilateral" de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (CIAIM), dependiente del Ministerio de Transportes, adoptada al margen del juzgado que podía poner en peligro las pruebas que recabase en el marco del procedimiento judicial.

El propio juez Moreno advirtió a la CIAIM que la expedición debía estar coordinada por la Audiencia Nacional, y este mismo lunes volvió a pedir explicaciones a este organismo y a la Subdirección General de Administración y Gestión Financiera.

En aquella comunicación, el juez constataba que "no se ha dado debido cumplimiento por el Ministerio de Transportes" a lo que acordó, "pese a haber sido reiterado", y subrayaba que se había prescindido "total y absolutamente de cuantos extremos y circunstancias" reseñó en el oficio donde dispuso que sería a través de su juzgado como se determinaría "tanto las fechas de realización, como la forma y peritos intervinientes" en la búsqueda de los restos del Villa de Pitanxo.

En respuesta, el Ministerio de Transportes ha apelado a la independencia "funcional" de la CIAIM para justificar su partida en busca de los restos del barco sin esperar a que lo decidiera el juez.

La expedición de bajada al barco -valorada en 3,6 millones de euros- tiene como misión rastrear una superficie de 25 kilómetros cuadrados cada día y, una vez encontrado el pecio, enviar un robot submarino para tomar imágenes de los restos del Villa de Pitanxo.

Este buque gallego naufragó el 15 de febrero de 2022 a 250 millas del puerto de Saint John's, en la isla de Terranova (Canadá); 21 marineros fallecieron y sólo tres sobrevivieron a la tragedia: el patrón del buque, su sobrino y un marinero de origen ghanés. El primero está investigado en la Audiencia Nacional.