También le ha impuesto una indemnización de 300.000 euros a sus dos hijos
La sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, ha condenado a 21 años de cárcel al hombre que mató a cuchilladas a su mujer en diciembre de 2020 en la localidad pontevedresa de Gondomar, ha informado el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.
Valentín A. B., de 67 años, ha sido sentenciado como autor del asesinato de su mujer, Soledad, que tenía 59, con las agravantes de género y parentesco.
La Audiencia ha acordado prorrogar la privación de la patria potestad o posibilidad de obtenerla en relación con uno de los hijos del condenado y de la víctima, con el que tampoco podrá comunicarse ni aproximarse a menos de 200 metros de su domicilio o lugares que frecuente durante 26 años.
También le ha impuesto una indemnización de 300.000 euros a sus dos hijos.
La magistrada presidenta del Tribunal del Jurado considera probados que atacó a su esposa "con el propósito de acabar con su vida" y movido por razones "de dominación y desprecio hacia ella por su condición femenina".
En el fallo, indica que el hombre "le gritaba y humillaba de forma habitual" y que decidió matarla "como acto de imposición y dominio".
Los miembros del jurado entendieron acreditado que la víctima "no tuvo posibilidad de defenderse de la agresión" de su marido con un arma cortante debido a que padecía obesidad mórbida y artrosis, circunstancias que anulaban "su capacidad de defensa" y de las que se aprovechó el condenado.
El hombre mató en 2020 a su mujer, con la que llevaba 41 años casado, en la casa que compartían en la localidad pontevedresa de Gondomar.
Soledad recibió múltiples puñaladas y sufrió diversas lesiones, entre ellas una mortal de necesidad en el corazón, y tenía disminuidas sus opciones de defenderse por problemas de movilidad que le ocasionaba su obesidad mórbida y la artrosis.
La Fiscalía y las acusaciones pedían para el acusado 25 años de prisión, 5 menos de los inicialmente solicitados, así como 300.000 euros de responsabilidad civil para el hijo menor y 250.000 para el mayor, que es su tutor, cantidades económicas que la defensa había solicitado rebajar.