El historiador Ramón Villares ha presentado su nuevo libro, 'Cultura e política na Galicia do século XX', que es "en parte una biografía intelectual", en sus propias palabras, en una obra en la que también da cuenta de su etapa de 12 años al frente del Consello da Cultura Galega (CCG) y el proceso de creación de esta institución.
Precisamente, este martes la sede del Consello da Cultura Galega, en Santiago, ha sido el lugar que ha acogido esta presentación, en la que también ha participado la actual presidenta de la institución, Rosario Álvarez; el catedrático de Ciencia Política de la USC, Ramón Máiz, y el director xeral da Editorial Galaxia, Francisco Castro.
De este modo, Villares ha expuesto que este "no es un libro de tesis", sino "reticular", en el que se incluyen "textos fragmentarios" --publicados en la revista Grial-- en los que se abordan temas distintos con "muchas influencias y referencia".
Y para ello apuesta por un "modelo de reflexión" marcado por la "pluralidad", lejos de una "vía dogmática" ni "militante". Sostiene que en el libro "se abandona toda posición romántica" de cara a "diseñar un tapiz en el que las personas puedan encontrar algo útil" de cara al futuro.
Villares apela a la "necesidad de repensar colectivamente": "Qué país queremos ser". Por tal motivo, considera que el libro emplea el pasado como un instrumento para "pensar ese futuro". "Este libro está lleno de futuro", opina.
En el texto se recorren diferentes etapas, que pasan por exilio o el galleguismo cultural de Ramón Piñeiro, con personajes como Otero Pedrayo, Castelao, Vicente Risco, Maside y Seoane, además de diferentes instituciones. Todo con un "punto de vista contracorriente".
Una de estas cuestiones pasa por aportar luz sobre la constitución de una institución como el Consello da Cultura Galega, para lo cual deja constancia de los "pros y contras" vividos en la época.
CONOCER EL CCG
Así, la presidenta del Consello da Cultura Galega, Rosario Álvarez, se ha mostrado "feliz" por realizar esta presentación del libro y "volver a cierta presencialidad" en la entidad, a pesar de la pandemia, con la presentación de un libro "especial".
Al respecto, resalta que esta obra es "importante" para "conocer a la Galicia del siglo XX", pero también para "conocer el Consello da Cultura Galega en sí mismo", de forma que se refleja la "impronta" que dejó Villares durante la docena de años que fue presidente del CCG.
"UNO DE LOS GRANDES PENSADORES"
A renglón seguido, Francisco Castro ha remarcado los "años ejemplares" de Villares como cabeza visible del CCG, al tiempo que ha agradecido su trabajo para Galaxia. "Esperamos el siguiente libro. Ponte a trabajar", ha bromeado.
Castro ha recordado que su primer encuentro con Villares fue con 18 años en el año 1985, cuando comenzó a trabajar en el El Ideal Gallego, en Santiago, y le mandaron a entrevistar al historiador a raíz de la publicación de 'Historia de Galicia'.
"Uno de los grandes pensadores que tenemos en nuestro país", ha definido Castro a Villares, sobre quien dice que "marca líneas a seguir desde hace décadas en la historia". Lo define como un "editor de ideas" para "vislumbrar un futuro".
"PUNTO ÁLGIDO DE SU TRAYECTORIA"
Por su parte, el catedrático Ramón Máiz ha ensalzado que esta obra supone el "punto álgido de la trayectoria" de Villares, a la vez que ha puesto en valor "la valentía que destilan estas páginas".
Remarca que el libro aporta una "información extraordinaria", a la vez que "hay mucha novedad en la perspectiva historiográfica". Pone el foco sobre la "pluralidad" que aprecia en una "historia compleja" que "se desarrolla en diferentes niveles de la cultura gallega", mediante una "ruptura de canon" que abre diferentes debates. Todo ello en una visión de la cultura como "algo creativo" y "no museístico".
Una de las cuestiones sobre las que ha querido llamar la atención Máiz ha sido la "entrada de Galicia como nación" hace 40 años con las protestas contra el Estatuto, el llamado 'Estatuto da Aldraxe', pues responde a una "nación como construcción política y movilización".
De tal forma, razona que "ni cultura ni nación son de antemano", es decir, "no reflejan ninguna realidad previa", sino que son "el resultado de un proceso plural abierto" en el que "están construyendo esa realidad" y "proyectándose hacia el futuro".
