La deflagración registrada en la noche del jueves en la fábrica de perfumes situada en Armilla (Granada), que no ha provocado heridos, tuvo su origen en un depósito de ácido fórmico que estaba siendo manipulado sin que resultaran dañados el resto de reactores que había a su alrededor ni las estructuras de la planta, donde este viernes "se está trabajando con normalidad".
La deflagración se produjo sobre las 22,00 horas y movilizó a todo el Parque de Bomberos Sur de Granada y a varias unidades de refuerzo del Parque Norte que se afanaron en bajar la concentración de ácido en la atmósfera mediante la aplicación de agua y verificar que no había más depósitos dañados por la explosión, según han detallado a Europa Press fuentes del Cuerpo de Bomberos.
En un primer momento, ante el desconocimiento de qué productos químicos podrían estar implicados en la deflagración, se optó por hacer un cordón de seguridad de 500 metros respecto de la zona y se aconsejó a los vecinos que cerraran las puertas y ventanas para evitar posibles lesiones por inhalación.
La deflagración no ha provocado heridos pues, aunque en el momento de los hechos había trabajadores dentro, las primeras informaciones apuntan a que coincidió con un relevo de turnos.
Los servicios de emergencias cortaron las avenida San Rafael y Fernando de los Ríos para facilitar la intervención en la zona, si bien en ningún momento hubo fuego ni heridos, solo una deflagración en el interior de las instalaciones y que no llegó a afectar al exterior.
En las revisiones realizadas por los Bomberos en colaboración con el director de seguridad de la empresa se confirmó que los daños se limitaban al depósito donde se produjo la explosión y que no hay estructuras dañadas, según han precisado desde este cuerpo. Por su parte, desde la empresa han informado a Europa Press de que este viernes "se está trabajando con normalidad" en las instalaciones.
