La Fiscalía ha solicitado cinco años de prisión para un hombre, de 54, acusado de atropellar mortalmente a un motorista, de la misma edad, en la autovía de Circunvalación de Granada cuando acudía precisamente a un juicio rápido por haber dado positivo en alcoholemia en un control de tráfico el día antes.
Según recoge el escrito de conclusiones provisionales, al que ha tenido acceso EFE este martes, los hechos tuvieron lugar sobre las 9:15 horas del pasado 3 de octubre, cuando el acusado circulaba conduciendo su vehículo por la Autovía GR-30 (circunvalación de Granada), dirección Jaén, proveniente de la Ronda Sur, tras haber ingerido bebidas alcohólicas que limitaban sus facultades para una correcta conducción.
La Fiscalía detalla que conducía "de manera irregular, distraído, dando bandazos de uno a otro carril", lo que fue "observado y sufrido" por otros usuarios de la autovía.
En concreto, uno de ellos circulaba con su vehículo por la circunvalación cuando, de manera sorpresiva, el investigado se le aproximó lateralmente desde la izquierda, estuvo a punto de colisionar con él y tuvo que hacer una maniobra evasiva para evitar la colisión.
Después lo rebasó y, con el vehículo que les precedía, el investigado hizo lo mismo, en un tramo de circulación donde existe una limitación específica de velocidad -según señal vertical- de 90 kilómetros por hora, que es recto y con buena visibilidad.
A la altura del kilómetro 16, el acusado se encontraba por el carril derecho de aceleración y, por otro, circulaba correctamente un hombre a bordo de su motocicleta.
El investigado, tras superar el carril de aceleración e incorporarse a la circulación, se colocó en el carril derecho y, "dada la manera de conducir que tenía, su falta de atención en la conducción y la omisión más elemental de deber de cuidado propiciada por su ingesta de bebidas alcohólicas", no se percató de que por su lado izquierdo circulaba correctamente la referida motocicleta.
Sin hacer maniobra evasiva alguna, ni de frenado, invadió el carril izquierdo y embistió con su parte frontolateral la parte trasera de la motocicleta, de modo que el casco que usaba el motorista salió desprendido por la violencia del impacto.
Tanto la motocicleta como el motorista que cayó al suelo fueron enganchados por el vehículo del investigado, arrastrados durante bastantes metros y llegó pasó por encima del motorista, hasta que finalmente paró porque la motocicleta le dificultaba la marcha.
Después de parar y en las maniobras que hizo para retirar su vehículo, en la marcha atrás volvió a atropellar por el brazo el cuerpo de motorista, que yacía malherido en el suelo y que fue auxiliado por varias personas y por una ambulancia que pasaba por el lugar.
No obstante, indica la Fiscalía, nada pudieron hacer por salvar su vida, dado el grave traumatismo craneoencefálico que sufrió.
Según el Ministerio Público, el investigado presentaba síntomas "claros" de ir bajo la influencia de bebidas alcohólicas como agotamiento, cansancio, olor a alcohol, rostro enrojecido, tartamudeo, ojos brillantes y conjuntiva ligeramente enrojecida.
Una dotación de la Guardia Civil que se personó en el lugar, le practicó una prueba de alcoholemia con resultado positivo, aunque luego él se negó a contrastar el mismo con un análisis de sangre.
Según la Fiscalía, se da la "paradoja" de que el acusado esa mañana se dirigía al Juzgado de Guardia ya que estaba citado para la celebración de un juicio rápido precisamente por alcoholemia, dado que el día anterior, cuando conducía por la N-432, fue parado por agente que -apreciarle síntomas externos de embriaguez- lo sometió a una prueba de la alcoholemia en la que también dio positivo.
El fallecido, con 54 años, estaba casado y tenía dos hijos mayores que convivían con este en el hogar familiar.
La compañía aseguradora ha abonado a los perjudicados las indemnizaciones convenidas con ellos que, según la Fiscalía, se ajustan a los términos del baremo legal, aunque se han reservado las acciones por posibles daños psicológicos derivados del siniestro.
Según la Fiscalía, estos hechos constituyen varios delitos contra la seguridad vial, conducción temeraria por conducir bajo los efectos del alcohol y homicidio por imprudencia grave, por los que le solicita un total de cinco años de prisión y pérdida definitiva de la vigencia del permiso de conducir.