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Granada

Desmantelado un clan que captaba extranjeras en situación irregular para prostitución

Las captaban a través de falsos anuncios de ofertas de empleo como cuidadoras de niños

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  • Un agente de la Policía Nacional frente a su ordenador. -

Agentes de la Policía Nacional de Granada y Cádiz han desmantelado un clan familiar de origen boliviano que estaría dedicado a la captación de mujeres extranjeras en situación irregular a través de falsos anuncios de ofertas de empleo como cuidadoras de niños para ser explotadas sexualmente, "obligándolas a prostituirse en hoteles y en dos pisos de citas".

Eran establecimientos situados en Granada, lugares hasta donde las trasladaban en un vehículo que ha sido intervenido, según ha detallado la Policía Nacional en una nota de prensa este jueves. Han sido detenidos e investigados en la provincia granadina y en Sevilla los presuntos miembros del grupo, cuatro mujeres y dos varones entre los que se encuentra la líder del grupo, que está ingresada en prisión, cumpliendo condena por un delito de similares características.

La investigación se ha llevado de manera conjunta por agentes de la Policía Nacional de Granada y Cádiz tras recibir una denuncia de una mujer de origen iberoamericano en situación irregular en territorio español que habría sido captada para la explotación sexual mediante un falso anuncio de trabajo como cuidadora de niños y "mantenida bajo el control de la cabecilla de la organización mediante una estrategia de persuasión, haciéndole creer inicialmente la gran cantidad de dinero que obtendría prostituyéndose".

A su vez supuestamente "la ponía en contacto con personas que regentaban pisos de prostitución en Granada, narrándole las propiedades acumuladas con este trabajo y haciéndole creer que ella solo trabajaría con clientes VIP en hoteles de lujo". Posteriormente, ante las reiteradas manifestaciones de abandonar el trabajo, habría sido nuevamente persuadida para continuar, "señalándole que no tenía donde ir, dinero ni recursos".

Meses después, en el transcurso de la investigación, los agentes recibieron otra denuncia de una nueva víctima de explotación sexual, también captada mediante un falso anuncio de trabajo, a quien incluso retiraron su documentación, dejándola en una situación aún más vulnerable, obligándola, según los investigadores, "a atender a clientes las 24 horas del día los siete días de la semana y manteniéndola encerrada en uno de los pisos de citas situado en el centro de Granada desde donde las mujeres explotadas eran trasladadas" hasta otro piso en el barrio del Zaidín.

Pasado un tiempo, ambas mujeres habían conseguido escapar del férreo control establecido por la organización. El análisis de la información facilitada por ambas víctimas, realizado por agentes de la Brigada de Extranjería y Fronteras de Granada, determinó que se encontraban "bajo el control de la captadora y evidenció ciertas coincidencias entre las personas que regentaban los pisos de citas con la cabecilla".

Así, se trataría de un clan familiar de origen boliviano, que llevaba años actuando en Granada y otras localidades del cinturón metropolitano, cuya ilícita actividad les habría reportado beneficios suficientes como para adquirir propiedades inmobiliarias, incluidos locales de ocio en Armilla y la ciudad de la Alhambra a través de los que blanquearían los ingresos de la explotación sexual de terceras personas y que utilizarían para captar a los clientes a los que las víctimas hacían creer que "habían ligado", terminando manteniendo relaciones sexuales, previo pago, en los pisos de citas de la capital.

Otros miembros de la organización, de orígenes principalmente boliviano, pero también brasileño, dominicano y rumano, eran los encargados de alquilar los pisos de citas y del traslado de las mujeres explotadas a las citasen hoteles o domicilios particulares, compatibilizando estas actividades con trabajos legales como auxiliares de geriatría o técnicos de montaje de telefonía, con lo que conseguían mantener el negocio de modo oculto y alejar a los miembros del clan de toda sospecha.

 

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