Las pruebas comportamentales confirman ansiedad potenciada en los adultos expuestos a alcohol durante la adolescencia
Una investigación ha demostrado que el consumo de alcohol en modo "atracón" durante la adolescencia, que consiste en beber muchas copas en un corto periodo de tiempo, aumenta la sensibilidad a sus efectos durante la vida adulta.
Investigadores de la Universidad de Granada, del Instituto de Neurociencias Federico Olóriz, y miembros del grupo Neuroplasticidad y Aprendizaje, han identificado los efectos duraderos sobre la función cerebral del consumo de alcohol en modo atracón durante la adolescencia.
El resultado del estudio ha demostrado que los adolescentes que repiten el consumo de alcohol ingiriendo varias copas en un periodo corto de tiempo tienen mayor sensibilidad al alcohol durante la vida adulta.
Los investigadores han combinado el análisis del comportamiento con técnicas inmunohistoquímicas y genéticas para estudiar los efectos a largo plazo de la administración intermitente de alcohol durante la adolescencia como modelo de consumo en atracón.
Los resultados muestran que la amígdala, el área cerebral implicada en la regulación de las emociones y la búsqueda de recompensas, muestra hiperreactividad en respuesta al alcohol en el adulto, incluso después de haber pasado tiempo desde la adolescencia sin haber sido expuesto a nuevo consumo.
Los efectos muestran un aumento de la actividad neural y, específicamente en las mujeres, el incremento de la expresión de un regulador de genes implicados en el desarrollo del sistema nervioso que ha sido relacionado con estrés y depresión en humanos.
Adicionalmente, las pruebas comportamentales confirman ansiedad potenciada en los adultos expuestos a alcohol durante la adolescencia.
Con estos datos, los investigadores han concluido que no se puede descartar que los cambios plásticos permanentes inducidos en la amígdala por ese consumo temprano de alcohol y en ese modo compulsivo puedan impulsar posteriormente el consumo en la edad adulta al inducir una combinación de "ansiedad potenciada" y "mayor efecto reforzante del alcohol".
Estos hallazgos contribuyen a comprender los mecanismos responsables del elevado riesgo de consumo de alcohol descrito en los adultos que iniciaron su consumo en la adolescencia.
En España, según el informe 2023 del Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones, el alcohol es la sustancia que empieza a consumirse a una edad más temprana, a los 16,5 años de media, siendo característico en las edades más jóvenes un patrón de consumo de riesgo en atracón.
Este dato es especialmente preocupante porque la adolescencia representa un periodo muy sensible en lo que se refiere a repercusión de los efectos del alcohol sobre el desarrollo del cerebro, ya que este se encuentra en sus últimas fases de formación y la exposición a agentes externos puede modificar de forma permanente su función.