Un equipo de investigadores de la Universidad de Granada trabaja en la identificación de microalgas que proliferan, sobre todo, en fuentes monumentales de la Alhambra y el Generalife, unos microorganismos colonizadores que crecen en las estructuras de piedra provocando alteraciones físicas, estéticas y químicas.
Las microalgas manchan la piedra de las fuentes monumentales, retienen agua que deteriora el sustrato y su crecimiento excesivo puede obstruir el propio paso del agua. "Llegan incluso a favorecer la formación de otros organismos más perjudiciales para las fuentes monumentales como los hongos o musgos", explica el investigador que lidera el proyecto, el catedrático del Departamento de Pintura Fernando Bolívar.
El conjunto monumental de la Alhambra y el Generalife, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1984, contiene infinidad de fuentes, albercas o canales que se ven sometidas a la colonización por microalgas a pesar de los métodos físicos y químicos que se emplean contra ellas.
Desde el punto de vista de la conservación del patrimonio, es de gran utilidad conocer la estructura y el funcionamiento de los biofilms o tapices de bacterias que forman las microalgas sobre la piedra. Los científicos estudian qué especies componen estos biofilms, cuáles son las más resistentes y dañinas y qué condiciones favorecen su crecimiento. De esta manera pueden diseñarse métodos eficientes que detengan su proliferación.
El estudio se ha realizado con 120 muestras de algas de 21 fuentes diferentes de la Alhambra y el Generalife. La mayoría de tomas se han obtenido en los Palacios Nazaríes, por su gran importancia cultural, pero se han seleccionado también fuentes de otras áreas para hacer una evaluación general de las microalgas más comunes en todo el complejo monumental.
Las algas presentes en la Alhambra corresponden fundamentalmente a tres grandes grupos: algas verdes, cianobacterias y diatomeas, siendo el último grupo el menos frecuente. En general, las comunidades de algas de las muestras son complejas y están formadas por diferentes especies. En los casos en los que los biofilms adheridos a las fuentes están compuestos por un único tipo de alga, esta suele ser un alga verde unicelular.
"Esto podría estar indicando que este tipo de algas son más resistentes a los tratamientos empleados actualmente en las fuentes, como cloro y algicidas, o también que son los primeros colonizadores de la piedra", explican los investigadores.