Es una "decisión personal" que le ha costado "muchísimo" tomar tras escuchar al club y a sí mismo
El técnico Diego Martínez, que ha rechazado la oferta de renovación del Granada y no seguirá al frente del equipo, dijo este viernes que se marcha "satisfecho y pleno" pese a ser "un momento doloroso" y que es una "decisión personal" que le ha costado "muchísimo" tomar tras escuchar al club y a sí mismo.
"Entiendo que mi decisión puede no ser compartida, pero es mi decisión. Los entrenadores tenemos que tomar decisiones y convivimos con ellas", explicó este mediodía Diego Martínez en una rueda de prensa virtual de despedida para los medios en la que estuvo acompañado de dirigentes, jugadores, técnicos y empleados del club.
"Han sido tres años de éxitos brutales en lo profesional y lo humano, pero también desgastantes. Todos los ciclos en la vida tienen un fin y el mío aquí pienso y siento que ha llegado al fin. Tenemos que dar un paso y entregar el testigo, y que el Granada siga evolucionando y creciendo", añadió.
Diego Martínez, que se emocionó en varias ocasiones durante su comparecencia, dejó claro que ni él ni su agente han pedido ni exigido "nada" al Granada, y que no hubo "negociación económica con el club", sentenciando que "nunca" han hablado de "números" y "ni una palabra de salario".
"Es una decisión personal, siento y entiendo que es lo mejor, que es lo que tengo y lo que debo hacer", dijo de unas negociaciones que han consistido en dos reuniones con Patricia Rodríguez y con Fran Sánchez, consejera delegada y director deportivo del Granada, respectivamente, presentes también en la despedida.
El técnico reconoció que lleva "unos días evitando el contacto personal" con algunos jugadores porque si se hubiera producido "iba a ser más difícil actuar con objetividad", y que ayer mismo comunicó a los capitanes del equipo su decisión.
Diego Martínez, de 40 años y que deja el Granada tras tres exitosas temporadas, reconoció que no seguir es una decisión que le ha costado "muchísimo" tomar "a nivel personal y profesional" y que lo ha hecho tras "reflexiones muy íntimas y muy personales", pero que se marcha "satisfecho y pleno" pese a ser "un momento doloroso".
"Uno tiene que ser fiel a sí mismo y a los valores que le guían más allá del dolor por tomar determinados caminos, entiendo que es lo mejor para el club siga creciendo. El club necesita un nuevo impulso", sentenció.
El gallego calificó de "fascinante" la "aventura extraordinaria" vivida en el Granada, destacó el "trato exquisito" del club en estos últimos días y comentó que tanto él como su cuerpo técnico se han dejado "al alma" durante los tres años de trabajo en el la entidad.
Resaltó que "la conexión y la complicidad" que ha habido con los jugadores y con todos los trabajadores del Granada "no se puede explicar con palabras" y "es impagable", y que han vivido "un sueño" durante el que han sido "muy felices".
Sobre su futuro, comentó que necesita "descanso", estar "con la familia" y "desconectar" porque se ha vaciado y que "a partir de la próxima semana" estudiará "si hay posibilidad de trabajo en el futuro" y si no es así, "a seguir preparándose".
Al entrenador que le reemplace le deseó "toda la suerte", dijo que lo apoyará y lo tendrá "a su disposición" y afirmó que se va a encontrar con "un grupo de personas extraordinario", ya que "lo que marca la diferencia en este club son las personas".
"Esto es un hasta siempre y un hasta luego, siempre voy a estar vinculado a este club sea el entrenador o no. Donde vaya seré un granadinista más y lo diré con orgullo", finalizó el técnico.