Pocas cosas hay más duras que perder a un ser querido. Si además, son unos padres los que tienen que despedir a una hija, el dolor es incalculable, porque es una pérdida que se escapa de toda lógica. Por ello,
ser capaz, desde ese dolor infinito, de decidir, cuando aún apenas si se ha podido digerir la pérdida, que los órganos de esa persona fallecida sean donados, es de los gestos más generosos que puede haber en la vida.
Y en otro acto de tremenda generosidad, J
osé Antonio Cabrera, presidente de la Federación de Peñas del Recreativo, ha compartido su duro testimonio en el día en que el Hospital Juan Ramón Jiménez celebraba el Día del Donante de Órganos y Tejidos.
Su hija, de tan solo 25 años, perdía la vida el 18 de abril tras un fatal accidente en coche, cuando viajaba con su madre y el vehículo impactó contra dos mulos que estaban sueltos en la carretera de Bonares a Rociana.
“Soy el papá de Fuente Clara Cabrera Mateos, que se nos fue hace un mes y medio.
En el dolor, nosotros tuvimos la capacidad de transformar ese dolor en esperanza de vida. Mi morenita bonita se nos fue, pero se nos fue regalando vida”.
Imposible no emocionarse con el relato de Cabrera, que durante su intervención en el acto organizado por la Coordinación de Trasplantes de Huelva, recordaba que “en el momento más cruel de mi vida y de mi familia, mi ángel, como a mí me gusta decirle, se marchó regalando vida.
Sabemos que ya no está, su cuerpo ya no pertenece a este mundo, pero sí sus órganos, que permiten que otras personas y sus familiares vuelvan a sonreír”.
Por ello, el rocianero no ha dudado en hacer un llamamiento a la ciudadanía: “
Todos debemos concienciarnos hoy, es el momento más difícil, es muy cruel, pero hay que mirar arriba y decir que la muerte la vamos a transformar en esperanza y la vamos a transformar en vida”.
Afortunadamente,
el duro testimonio de Cabrera no es una excepción. Paloma Oliva, coordinadora de Trasplantes de Huelva destacaba este miércoles que
“Huelva es muy solidaria, más del 90% de los onubenses dicen sí a la donación”.
En lo que va de año,
de enero a mayo, siete donantes y sus familias han hecho posible que otras 20 personas reciban un órgano y otras 14 mejoren su visión gracias a un trasplante de córnea. Dos han sido en asistolia o a corazón parado, seis han tenido lugar en el Hospital Universitario Juan Ramón Jiménez y una en el Hospital de Riotinto. Gracias a este acto generoso los 20 trasplantes de órganos realizados han sido 12 renales, cinco de hígado, dos de pulmón y uno más bipulmonar, que han salvado o mejorado la vida de estas personas.
Además, en la Unidad de Córnea del Servicio de Oftalmología del Juan Ramón han llevado a cabo 14 trasplantes de córnea para mejorar la visión a los pacientes, lo que supone “una prueba fehaciente de la importancia también de la donación de los tejidos”.