La intención manifestada por el presidente de la Junta de Andalucía, de que que no se presenta a la reelección, abre un nuevo tiempo
No es habitual que quienes ocupan los más altos cargos anuncien con suficiente antelación que no seguirán una vez cumplido su mandato, que no se optará a la reelección, y esto es lo primero que cualifica al anuncio realizado por el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, que ha abierto así el proceso de elección de candidato para los comicios regionales que se han de celebrar dentro de tres años, de manera que no suceda de forma traumática, y afiance al partido en su vertiente regional. Destaca también su intención de que la elección de su sucesor (o sucesora) se haga mediante el sistema de primarias entre la familia socialista andaluza, porque da muestra de un partido que se rige por principios democráticos, y eso, en Democracia, donde tantas veces se pone en duda la participación, siempre está bien y supone un buen precedente. Aporta además, otra idea que hay que valorar y que parece positiva, y es que antepone los proyectos y las ideas a las personas, algo que la maquinaria partidista eclipsa en demasiadas ocasiones, además de apuntar hacia la renovación de los socialistas en Andalucía, y las renovaciones suelen ser positivas porque traen aire nuevo. Por último, destacar que incide en que no va a bajar la guardia en lo que queda de legislatura, y esto sí es importante, porque tal y como el Gobierno central está castigando Andalucía, nuestra región necesita un gobierno fuerte.