Un equipo de arqueólogos de la Universidad de Huelva ha descubierto una salazón romana que ha permanecido oculta desde el siglo II después de Cristo, y se encuentra en parte de los terrenos que ocupa actualmente el paraje natural Marismas del Odiel.
Así lo ha explicado a Efe el arqueólogo Juan Campos, que ha certificado que se trata de una factoría que formaría parte de un conjunto que demuestra que "la costa de Huelva está jalonada de factorías romanas que formaban un complejo", desde las zonas conocidas como Punta de Moral a Cerro del Trigo, ya que en el Parque Nacional de Doñana.
Las investigaciones se iniciaron hace en torno a un mes, tras descubrirse un cadáver en la zona que hizo pensar a los expertos que se trataba de un cuerpo que podría tener una antigüedad de siglos, de forma que se pidieron los primeros permisos a la delegación de Cultura en Huelva.
Campos ha recordado que los romanos abrieron numerosas factorías de pescado en lo que entonces llamaban "Onuba Aestuaria", y la hallada en Marismas del Odiel corresponde a una industria dedicada a la pesca y transformación del atún.
Los expertos han hallado fragmentos cerámicos de todo tipo, sobre todo ánforas, así como grandes recipientes de barro denominados dolias, que se completan con algunos molinos y una gran variedad de material constructivo que se está estudiando.
Juan Campos ha puesto el acento en el hallazgo de varias piletas para la transformación del pescado, y muchas pruebas de que la factoría está relacionada con las demás que funcionaban en la costa onubense en la época romana.
De forma paralela a los arqueólogos, en la zona trabaja un equipo de geólogos, ya que se quiere estudiar la influencia de los terremotos en el terreno y como ha ido evolucionando el mismo desde que la factoría romana dejó de funcionar.
Campos ha recordado que en la costa de Huelva han sido muy importantes los hallazgos de este estilo, desde que en 1976, durante una excavación en la capital, se encontrasen los restos de una fábrica de salazones.